Viernes 24 de junio de 2016
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Cuando la UEFA, por deseo de Michel Platini, se planteó una Eurocopa de 24 equipos, nada hacÃa planear que esa decisión iba a revolucionar tanto el fútbol europeo y pocos hubieran apostado por los octavos de final que se jugarán a partir de este sábado.
El experimento, que consistÃa en dar la oportunidad a pequeñas naciones con poca solera de demostrar su valÃa en una fase final, se ha convertido en una auténtica rebelión de los modestos.
Cinco selecciones hicieron sonar por vez primera sus himnos en una fase final de la Eurocopa, y de ellas, cuatro, todas menos Albania, volverán a escucharlo en octavos de final.
Quizá el ejemplo más sintomático de la fronda de los pequeños lo represente la Gales de Gareth Bale, que en un grupo complicado, con Inglaterra, Eslovaquia y Rusia, acabó primera.
Es cierto que los galeses dependen de su estrella, que con un gol en cada partido encabeza la clasificación de los goleadores, pero han demostrado que son algo más que una comparsa.
Un papel que también parecÃa hecho a la medida de una Islandia que, contra todo pronóstico, acabó segunda del grupo "F", por delante de Portugal y con los mismos puntos que HungrÃa.
Fuente: ParÃs, 23 (EFE).-