La "edificitis" y el frío

Pese a que éste es un tema que ya habíamos tratado en el pasado, lo retomamos ahora porque volvió a Oruro la fiebre de la "edificitis", es decir, se están construyendo edificios a cada paso en el centro de la ciudad, y por el frío reinante en ella esta urbe fue planificada para que las construcciones no sobrepasaran las 4 plantas.

Es más, en el Plan Regulador vigente que tiene la municipalidad se establece que los edificios no deben pasar los 4 pisos, sin embargo las autoridades ediles autorizan construcciones de hasta 8 plantas, pero los dueños de éstas las elevan inclusive hasta 10, 12 o 15 pisos, porque luego venden los departamentos y no les interesa lo que pase después.

Los que sufren son los vecinos, quienes tienen sus casas tipo chalet, porque además de quitarles la luz del sol y el calor, le quitan el valor adquisitivo a su vivienda.

Lo peor es que la tendencia no ha cambiado ni ha mermado, sino que más bien se está propendiendo a edificar más y cada vez más altas construcciones.

Además que las autoridades, una vez hecho el edificio ya no dicen nada y permiten que se cometan ilícitos que van contra la sociedad y el medio ambiente.

Otro aspecto a considerar es que quienes deciden la construcción de tan altos edificios por lo general prefieren el centro de la ciudad, lo que sería el distrito uno, sin pensar en que el alcantarillado y el servicio de agua pueden colapsar.

Lo mismo ocurre con los automotores, casi todos los de servicio público eligen rutas que pasan por pleno centro de la ciudad contaminando más la misma, pero ese, ya es tema de otra columna.

Volviendo a la "edificitis", podemos ver que grandes capitales, aunque tienen climas más benignos, como Sao Paulo o Santiago de Chile, han convertido sus calles en ófricas y frías porque hace mucho que contrajeron esa fiebre por la construcción de edificios cada vez más y más altos, desmejorando la calidad de vida de las personas.

Se debe pensar que en una ciudad tan fría como Oruro, se deberían cumplir las normas establecidas e ir resolviendo los problemas de vivienda de otra manera, quizás extendiendo más barrios hacia las zonas antes consideradas periféricas, pues aquellas son cada vez más céntricas de lo que se puede imaginar, así no se quitaría el calor y la luz solar a los chalets, tampoco habría que rehacer el alcantarillado y ampliar otros servicios, pero lo más importante es que la gente mejoraría su calidad de vida.

Fuente: LA PATRIA