Mientras el Presidente Ollanta Humala comenta que se siente feliz por el desenlace electoral en su paÃs, el ganador por reducido margen porcentual Pedro Pablo Kuczynski asegura que gobernará profesionalmente para garantizar el desarrollo de su paÃs, la perdedora Keiko Fujimori, niega cualquier alianza polÃtica y remarca que mostrará la fuerza de su partido con la mayorÃa parlamentaria que posee y que la utilizará en función de su propuesta polÃtica.
Asà está planteada la situación en el vecino paÃs, con el que hasta el momento mantenemos una agenda de realizaciones especiales que estuvieron en fase de cumplimiento y cuyo futuro se desconoce en materia de su realización, pues todavÃa no se han delimitado las estrategias de polÃtica externa del nuevo gobierno peruano, que ideológicamente está en la otra esquina del anterior esquema.
La corriente fujimorista estuvo dirigida a las clases más humildes con propuestas de orden social, prevaleciendo entre estas la vivienda social y mejores condiciones de vida, con más empleo y mejores salarios, no alcanzó el objetivo planteado, pues se impuso el movimiento del candidato y empresario próspero que recibió el apoyo de las clases medias y altas de los barrios acomodados del Perú. Jugó un papel importante el apoyo de la candidata que resultó tercera en la primera vuelta y que dispuso los votos de su partido para el PPK, aún de ideologÃa contraria y sólo por frenar la corriente de Fujimori que finalmente no accedió a la presidencia, pero como dicen los entendidos será "la fuerza tras el trono", con ventaja en el Parlamento de su paÃs.
Con esos antecedentes, nada se puede perfilar aún en materia de las relaciones binacionales, aunque hasta el último momento las relaciones con Ollanta Humala fueron relativamente positivas, tras el gabinete binacional del año pasado que ratificó las buenas relaciones entre ambos paÃses, se tenÃa anunciado otro gabinete binacional que ya no se cumplió, aunque quedó definido el apoyo peruano a la causa marÃtima de Bolivia y mostró "buen grado" para desarrollar el proyecto de integración del ferrocarril bioceánico que unirá el Atlántico desde un puerto del Brasil, con el PacÃfico en Puerto Ilo del Perú atravesando por territorio boliviano.
Lo más sensible de esas relaciones, es que en todo el periodo que llega a su fin del Presidente Humala, no se alcanzó la ratificación del Protocolo de Ilo, para favorecer a crear una infraestructura portuaria y aduanera administrada por Bolivia en ese sitio que fue cedido por un lapso de 99 años y que sólo espera la acción parlamentaria peruana para su reconocimiento legal.
El nuevo Gobierno del Perú tiene una fuerte carga de responsabilidades inmediatamente inicie su gestión, empezando por atacar al crimen organizado y la inseguridad ciudadana, reducir la desigualdad social existente en un paÃs con más de 30 millones de habitantes que ahora exigirán cumplimiento de promesas, está el caso de la informalidad laboral, defensa de la minerÃa y su competencia directa con el medio ambiente, son muchas cosas y urgentes, por lo mismo la agenda de relaciones externas seguramente tendrá que esperar un tiempo.
Fuente: LA PATRIA
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