Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA
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Bullying es una palabra que se ha puesto de moda y se usa para casi todo tipo de malestar o de violencia causados por una persona ajena a nosotros, inclusive se utilizó ante las diferencias de un paÃs con otro, pero no todo lo que duele o molesta es bullying y hay que tenerlo muy claro.
Para referirnos de una forma correcta al bullying vamos a recurrir a la psicopedagoga, experta en este tema, MarÃa Zysman cuya definición se encuentra plasmada en el libro de su autorÃa titulado "Bullying, cómo prevenir e intervenir en situaciones de acoso escolar".
Zysman apunta la necesidad de definir bien el bullying porque permitirá elegir las herramientas adecuadas para intervenir, pues en caso de no hacerlo podemos contribuir a agravar la situación o simplemente no hallar una solución.
La experta apunta "si bien todas las situaciones de descontrol, agresión y pelea deben ser abordadas en la escuela, tenemos que diferenciar las dinámicas de acoso entre pares de otras como, por ejemplo, el desafÃo a la autoridad, el vandalismo, el maltrato del docente al alumnoÂ?".
Entonces, ¿cuáles serán las condiciones para considerar una situación como bullying? La experta lo define con estas palabras: "Para hablar de bullying tenemos que referirnos a niños y adolescentes, en situación de paridad, que en vez de relacionarse de igual a igual, tienen un vÃnculo de sometimiento de uno a otro, siempre al mismo, y con una frecuencia significativa. Además, estos dos sujetos están obligados a encontrarse, ya sea porque van a la misma escuela, o frecuentan el mismo grupo recreativo o club".
¿Cómo detectar que un estudiante es acosado? Simplemente de la misma manera como se detecta cualquier otro tipo de problema que puede estar atravesando, mediante los cambios, lo más notorio es en el rendimiento escolar, en la alimentación, en el sueño y en las diferentes rutinas. Por lo general son chicos que bajan abruptamente sus notas, se aÃslan, comen menos o pueden aumentar su ingesta de alimentos, duermen mucho o tienen insomnio, padecen pesadillas.
Este problema tiene tres pilares los alumnos, los profesores y los padres, por lo que se debe intervenir a partir de la triada para hallar la solución.
No debemos actuar desde el odio o la ira, porque ello sólo empeorará la situación, no debemos asumir ninguna actitud que signifique para nuestros hijos más humillación, no debemos exponerlo a situaciones que se presten a la burla, por eso debemos tener cautela y actuar de manera mesurada, pensando bien las cosas.
Es esencial la contención, abrazar, darle cariño y demostrarle que no está solo o sola. Además podemos buscar ayuda profesional para que nos colabore en brindar contención a nuestros hijos, a veces es más fácil que se abran a una persona desconocida, quien no los juzgará ni los delatará.
Lo que recomienda MarÃa Zysman es "deben contener sin criticar, escuchar sin corregir, prometerle a su hijo que van a respetar sus tiempos para actuar."
- Replantearse temas de convivencia en el curso y en la institución escolar.
Para proteger al niño acosado se debe incrementar el cuidado en lugares que están por lo general vacÃos de adultos. Se puede adoptar el sistema de los "hermanos mayores", es decir, alumnos de cursos superiores que cuiden a los más pequeños, esto les dará un sentido de responsabilidad y a los pequeños la seguridad de poder contar con el apoyo de alguien.
Finalmente, queda señalar que desde los medios masivos de comunicación no debemos convertirlo en chiste o en burla, debemos informarnos antes de hablar del tema y debemos tender a la educación, no a la banalización del problema.
Fuente: LA PATRIA
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