Regulación del transporte público

El tema del transporte público es motivo de mucha preocupación en niveles de la comunidad que es la usuaria cotidiana de tales servicios que en lugar de mejorar empeoran cada día, por la falta de atención de las autoridades llamadas por ley para ejercer un estricto control en las unidades motorizadas que transportan cientos de pasajeros en cada jornada.

Es evidente que se ha incrementado el número de movilidades, en su mayoría los denominados "minibuses", incómodos por su reducido espacio interior. Alterado en algunos casos con la ubicación forzada de más asientos de los originalmente dispuestos para un transporte más o menos cómodo. Se menciona que Oruro es la ciudad que más movilidades de este tipo tiene en servicio diario, lo que significa que los pasajeros de nuestra urbe son los que más sufren las vicisitudes de un viaje entre diferentes barrios, soportando incomodidad e inseguridad.

El gran problema es que también ha habido malas experiencias, si se trata de Oruro, cuando ocasionalmente se dispuso de un transporte municipal de buses que lamentablemente se fueron "acabando" por falta de mantenimiento y una adecuada administración. La experiencia no fue repetida y el transporte de pasajeros está librado al sector gremial, organizado en cooperativas y sindicatos, pero con gran cantidad de minibuses que, inclusive algunos muy modernos, siguen siendo los menos aptos para servicio de pasajeros.

La carencia de una Ley de Transporte Público que debe ser instrumento del Gobierno Municipal, permite que se mantengan las caóticas condiciones del transporte con cientos de incómodos minibuses que además incumplen las normas de seguridad y servicio de eficiencia que necesitan los pasajeros que subvencionan esos servicios diariamente.

A la falta de normas municipales, hay que añadir la poca eficiencia del control de la Policía de Tránsito, que permite la comisión de infracciones permanentes, como llevar pasajeros por "encima" de los que deben ir cómodamente sentados, los pasajeros parados causan molestias, son un peligro y hasta la causa de frecuentes accidentes. Tránsito no remedia esa anomalía.

El incumplimiento de rutas es otro problema que causa molestias a los vecinos, especialmente en horas de la tarde y noche, cuando los minibuses cambian sus números de líneas y rutas y dejan a mucha gente esperando prolongado tiempo a pocas movilidades, cuyos conductores cumplen a desgano el recorrido asignado.

Aunque parezca exagerado, en nuestra ciudad después de las 18:00 horas varias líneas de minibuses y una línea de micros, han entrado, y hace tiempo, en el sistema del "trameaje", puesto que no cumplen sus rutas, hacen mitad del recorrido y cobran pasajes completos, por así decirlo a vista y paciencia de autoridades, las municipales y las de Tránsito.

Es tiempo que se ponga orden en estos servicios para garantizar el movimiento de personas en rutas asignadas de punto a punto, además evitando que estas estrechas movilidades sean "cargadas" en exceso con pasajeros que merecen un mínimo de comodidad al transportarse de un sitio a otro de la ciudad, y con mayor atención hacia los barrios periféricos. La municipalidad debe ocuparse de actualizar una Ley de Transporte Público.

Fuente: LA PATRIA