Padre Tomas Valencia agradece a Oruro por ser su familia
15 jun 2016
Fuente: LA PATRIA
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Al cumplir 36 años de vida sacerdotal, el padre Tomás Valencia Tellería, recapituló su vida sacerdotal agradeciendo a Oruro al que considera un departamento maravilloso porque se identificó con él tras vivir 40 años en esta tierra, de los cuales 36 de sacerdocio desde que fue ordenado por Monseñor René Fernández, y trabajaba como sub director del Colegio San Francisco, donde empezó a conocer a muchas personas.
Se ordenó como sacerdote con la ilusión de servir al Señor sirviendo a sus hermanos que es lo más importante de la vida de un párroco, el buscar servir a Dios sirviendo a sus hermanos.
Cree que en esta labor que realizó por varios años, el más agradecido resulta su persona, porque encontró en Oruro una familia grande a la que ama con todo su corazón y a la que respeta mucho.
"Me atrevo a decir que es mi amado pueblo de Oruro, entonces yo no sé cómo agradecer a este pueblo maravilloso que me ha acogido y que hizo de mi lo que soy, porque todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Oruro", manifestó.
Al consultar sobre cómo pasó un año y medio a la cabeza de la iglesia orureña, dijo que fue la etapa más difícil de su vida porque cuando estuvo como administrador apostólico de la Diócesis al no haberse nombrado un Obispo por ese entonces, fue la prueba más difícil que pasó de su tiempo como sacerdote porque había muchas obligaciones y responsabilidades.
"Estuve y no estuve porque era autoridad y no era, porque se esperaba al nuevo obispo y en ese lapso murió el Papa Juan Pablo II razón por la que se tuvo que alargar mi función y creo que fue una prueba de fuego con la ayuda del pueblo santo de Oruro al que amo con todo mi ser y que veo que también me ama, sin Oruro no soy nada, es mi familia y lo más hermoso que Dios me ha dado", dijo sumamente acongojado.
En este tiempo dijo que hubo tiempos muy difíciles, cosas que le conmovieron y que tuvo que pedir colaboración para ayudar a sus hermanos, cuando se sintió solidario pero cree que lo que se hace con la mano izquierda que no se entere la mano derecha, porque el pueblo y la gente a la que pude socorrer saben y no me gusta decir esto he hecho, porque el pueblo será el que juzgue.
"Yo creo que el pueblo es el que juzga y el que decide o acusa de lo bueno o malo y que evidentemente como hombre también he tenido muchas fallas de lo que pido perdón a Dios y a mi pueblo, soy un sacerdote que ha vivido lo que pudo vivir y ahora no tengo familia porque mis papas fallecieron en La Paz y tengo un solo sobrino, entonces yo creo que mi familia es Oruro porque donde voy me acogen con mucho cariño", dijo.
Recordó que la construcción del templo de San Pablo, se hizo con el aporte de la población, motivo por el que es la casa del pueblo, pues la gente llevó material poco a poco para la construcción que hizo un albañil que tras varios años resultó ser su ahijado. La infraestructura se materializó sin necesidad de un arquitecto y según cuenta la persona que más ayudó fue una anciana que aportó con lo que tenía para vivir y no como los demás que apoyaron con lo que les sobraba.
"Antes de construir el altar mayor puse fotografías, cartas de los bienhechores donde se celebra la santa misa y tres monedas de cincuenta centavos que me entregó una anciana que pedía limosna, era lo único que tenía y cuando quiso devolverle ella se negó aduciendo que era para el Señor, esas tres monedas se encuentran debajo el altar también", manifestó.
Fuente: LA PATRIA
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