No hay día que no se conozca uno o varios hechos sangrientos en cualquier parte del mundo, nuestra región y nuestro país no son la excepción y por lo mismo ésta ola de violencia estremece allí donde se produzca, como el caso del pasado domingo en un centro nocturno de la movida ciudad de Orlando en Florida, EE.UU.
El hecho se calificó como una masacre, un hombre disparó a mansalva en el interior del club y ocasionó la muerte de cincuenta personas y causó serias heridas a otras tantas, causando desolación entre las familias que poco a poco se enteraban de un hecho que conmocionó por su característica violenta.
Un ciudadano estadounidense de origen afgano irrumpió en el centro de diversión armado con un rifle de asalto y una pistola moderna, por lo que se sabe ambas armas compradas libremente en el mercado especializado que rige en el país del norte, donde sus autoridades no encuentran la forma de poner freno a ese desenfreno implícitamente autorizado que es el libre uso de armas.
Las víctimas mortales fueron identificadas paulatinamente y la mayoría llevaba apellidos latinoamericanos, un contingente de personas que aprovechaban el fin de semana para divertirse, sin saber que la violencia pondría fin a ese encuentro, pero sobre todo mostraría una vez más la injerencia o la presión de grupos yihadistas del denominado Estado Islámico (EI), que tiene su controversia abierta con la política del país del norte. Fue un hecho que además se calificó como otro golpe tan duro, como el de las torres gemelas.
Si bien el hecho puede tener connotaciones en orden de rechazo islamista, tiene otra connotación del mismo grupo contra corrientes de ciudadanos especiales, a los que no aceptan como parte de vida en una sociedad plural y democrática.
Más allá de razones de ese orden o cualquier otro, el ejemplo que se arrastra a través de los medios, la amplitud con que se manejan los hechos, en algunos casos incluso con imágenes directas, que regularmente deberían ser prohibidas. La muestra patética es parte de una desmedida violencia que involucra a protagonistas comprometidos con doctrinas extremas, pero extiende su fuerza de mal dañando la integridad de terceros, es la consecuencia de ciertas libertades que se dan en el país más poderoso, donde actualmente se debaten condiciones de política interna ante la inminencia de las próximas elecciones presidenciales.
Entre los candidatos, el magnate inmobiliario aprovechó para criticar duramente a los musulmanes en general y ratificar su posición xenofóbica y racista, según la visión de los políticos de su país. La candidata demócrata abogó por la aprobación de medidas que cambien el libre acceso a las armas, pero pidió redoblar esfuerzos para defender su país de las amenazas internas y externas. El hecho quiérase o no pesará en lo que resta de la campaña en Norteamérica hacia noviembre.
Por lo demás el asesinato múltiple en una discoteca, es un hecho más entre otros violentos que se producen con inusitada frecuencia en muchas regiones de nuestro mundo, alterado por una serie de circunstancias que son producto de sin razones que esgrimen los inconformes y a título de justicia o equidad, matan injustamente, olvidan derechos y castigan vidas inocentes. Lo que menos se quiere es que acciones tan violentas sean ejemplo para desatar actos que alteren la paz ciudadana. La atención de padres de familia y maestros, es importante para cuidar nuestra generación en formación.
Fuente: LA PATRIA
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