Frente al centralismo de Estado y una indisimulada preferencia por aportar con las mejores condiciones al desarrollo de una parte del país, la que se encuentra en el centro de nuestra carta geográfica y que se la conoce como el “eje central” ha motivado iniciativas especiales en la otra parte de nuestra Nación, propiamente en el occidente y el sur de Bolivia.
Un planteamiento que emerge con interesantes perspectivas en la Benemérita Sociedad 10 de Febrero seguramente activará el interés de los departamentos hermanos de Potosí y Sucre todavía en el occidente y Tarija ya en el Sur para dar forma a lo que sería un “eje de desarrollo” fuera del central, al que tendría que sumarse además la joven ciudad de El Alto.
Si se toman en cuenta los cambios producidos en materia de política regional, indudablemente las cifras se volcaron a favor de establecer condiciones para la aplicación de autonomías regionales que abran las posibilidades de encontrar independencia y condiciones de seguridad para generar desarrollo armónico que se equipare al que disfrutaron en el eje central
No se trata de plantear condiciones especiales y hegemónicas que distancien a las regiones o los departamentos, simplemente se pretende con la articulación de un nuevo eje de desarrollo nacional dar su lugar a los distritos que han estado más postergados permitiéndoles satisfacer sus anhelos de progreso con el uso de sus propios recursos naturales, la administración directa de sus ingresos y la visión estrictamente regionalizada de sus planes de avanzada.
Ahora que se tratarán las condiciones más propicias para establecer un modelo autonómico de verdadero contenido regional, por encima de consignas partidarias, es importante abrir un proceso de coordinación con los dirigentes cívicos de El Alto, Potosí, Sucre y Tarija para definir un esquema de autodefensa ante la influencia dominante del centralismo de Estado y la vigencia homogénea del “eje central”.
Se habla teóricamente de equilibrar dos aspectos fundamentales en la vida de la Nación, el uso racional de los recursos naturales en cada departamento y el derecho a utilizar en mayor porcentaje el beneficio de la exportación de materia prima o productos de valor agregado, lo que permitirá por gravitación establecer un sistema productivo dinámico que genere fuentes de empleo, y una recuperación equitativa de beneficios que no siempre se sienten cuando otros son los intereses que prevalecen en el manejo de la riqueza.
Este es un periodo de especial interés para profundizar en la aplicación de una autonomía a la medida de las necesidades del departamento, incluyendo por supuesto aquellos planteamientos que provienen de las áreas deprimidas y olvidadas de las provincias. El nuevo esquema debe ser parte de un modelo de concertación entre los sectores productivos, inversionistas y los trabajadores, sin exclusiones y con las seguridades necesarias para desarrollar proyectos que además se sumen a los de otras regiones, concretando de ese modo un eje de crecimiento –el occidental– que asegure fuentes de empleo, mejores condiciones de vida y fortalezas para garantizar el anhelado desarrollo sostenible.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.