Martes 14 de junio de 2016

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No es la primera vez que surgen controversias en Chile sobre el tema de las aguas dulces que provienen de manantiales bolivianos y las utilizan de diversa manera, pero principalmente como elemento lÃquido de consumo humano, de ahà la preocupación por ejemplo en Calama, cuyo alcalde, si bien respalda el juicio de su paÃs contra el nuestro en defensa del supuesto rÃo Siloli, como denominan en Chile al curso de agua, abierto expresamente para aprovechar su caudal, la autoridad declaró abiertamente que "la defensa de esas aguas no sea una farsa a favor del empresariado".
Según un diario chileno, el asunto cobra mayor importancia porque la posición del alcalde de Calama es muy concreta al señalar que el rÃo Siloli "lo vamos a defender para que éste sea un rÃo de agua dulce consumido por los ciudadanos del norte chileno, especialmente de CalamaÂ?o se va defender el rÃo Siloli para que lo sigan operando como una mercancÃa los privados y las empresas que hoy son dueñas de esa agua dulce", puntualizó la autoridad reflejando preocupación y molestia sobre el futuro de una demanda y naturalmente reconociendo que desde siempre las aguas que utilizan son de un manantial y desviadas a un curso artificial que algunas autoridades chilenas quieren mostrar como un rÃo.
En más de dos ocasiones, autoridades de ciudades del norte chileno, incluso de Antofagasta y el caso de Calama, territorios de Bolivia ocupados por una acción belicista, expresaron sus puntos de vista sobre el uso de agua potable, reconociendo abiertamente que el liquido corre desde Bolivia a su territorio.
Históricamente está el reconocimiento de la propiedad boliviana sobre el recurso hÃdrico del Silala, cuando en 1908 Chile de manera oficial pidió permiso al Gobierno boliviano para usar sus aguas, entonces con destino a tanques especiales que servÃan para proveer lÃquido a las antiguas locomotoras de vapor de la empresa ferroviaria Bolivian Antofagasta Railway que operaba en esa región, permiso que según documentos fehacientes fue revocado recién en 1997, con un compromiso de que desde entonces Chile reconocerÃa un pago a Bolivia por el uso de esas aguas.
Fuente: LA PATRIA