El arte acompañado de la enseñanza complementó la vida de Jorge Azeñas

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El arte acompañado de la enseñanza, fue el complemento perfecto de la vida de Jorge Azeñas Zúniga, quien se destaca por ser uno de los maestros meritorios, gracias a su aporte en la enseñanza de la asignatura de artes plásticas a varias generaciones, ahora está jubilado, tras haber servido en diferentes establecimientos como profesor de esa asignatura durante cerca de 50 años.

Desde niño se destacó por los hermosos dibujos que realizaba, esto le hizo comprender su amor por la pintura, en sí el arte plástico, es así que paralelamente al colegio, estudió en el Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA), por lo que salió bachiller del colegio "Simón Bolívar" y egresó de ese instituto.

Al darse cuenta que el arte era parte esencial de su vida, pero que en su casa no apoyaban mucho que sólo sea artista, decidió estudiar pedagogía para trasmitir todo lo que había aprendido.

A pesar que se siente conforme por haber abrazado la carrera de pedagogía, Azeñas, señala que también le hubiera gustado estudiar arquitectura, después de salir del colegio, pero en ese entonces se conocía muy poco de esta rama, aunque después logró cumplir este sueño y se tituló como arquitecto de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

Además del colegio Alemán, también fue profesor en el colegio "Aniceto Arce", donde

realizó diferentes trabajos en relación al dibujo lineal y arquitectónico que fue una revolución, pues este concepto no se conocía en artes plásticas.

Una de las anécdotas que recuerda es que cuando se estaba construyendo el colegio Arce, vio algunos materiales que podía utilizar para un trabajo que hizo junto con los estudiantes, una especie de salón griego con dicho material.

Mencionó que siempre utilizó para la enseñanza ponerse en lugar del estudiante y entenderlo, pues un profesor no solo debe dar órdenes y estar en la palestra, sino tiene que ganarse la confianza de sus alumnos.

Es así que los estudiantes pedían pasar clases extras, sábados y domingos, y él tenía que complacer este deseo, pues no es tarea fácil que quieran asistir a clases extras los fines de semana. Azeñas considera que si un maestro no tiene amor por su materia es difícil que pueda desenvolverse.

Los lazos que formó durante su carrera, dieron buenos frutos por el desempeño de sus estudiantes y también porque hasta la fecha forma parte de algunas promociones, por ejemplo recientemente fue invitado a Cochabamba por una promoción de ex alumnos del colegio Arce, quienes reconocieron su labor.

Indicó que este es mucho más importante que cualquier otro reconocimiento por parte de las autoridades, pues son sus propios estudiantes quienes siguen recordándolo.

Para Azeñas ser maestro significa vocación de servicio, pues un maestro nunca se enriqueció, por eso quien es profesor esta siempre investido por la vocación de servicio y se siente satisfecho por los logros de sus estudiantes.

Como arquitecto su logró más importante fue ser el proyectista del monumento de la Virgen del Socavón que se encuentra en el cerro Santa Bárbara, desde 1996 tenía este proyecto pero por aspectos económicos no se llevó a cabo, finalmente el 2013 se logró consolidar.