Elena Julieta Rivera, una maestra de mucha "cepa"

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Todavía jovial y con esas fuerzas de querer seguir aportando a la educación, la profesora Elena Julieta Rivera Guachalla, es una de aquellas maestras, que nacieron para enseñar, porque pese a estar jubilada, aún tiene ganas de impartir los valores que desde hace 45 años brindó a sus estudiantes, siendo una "arcista de cepa", porque fue donde ejerció su profesión por muchos años.

Consultada sobre si siempre supo que quería ser profesora, ella nos respondió: "Desde niña yo creo, a mi gustaba coser cuadernos pequeños, porque a fin de año teníamos sobras de hojas en las carpeta, las cortaba, las cocía y ponía muestras. Cuando salí bachiller, no pensé en nada más, porque sabía que tenía que dar un examen para ingresar a la Normal", recordó.

Su primer encuentro con Ángel Mendoza Justiniano, fue anecdótico, porque imponente como era le dijo: "Este colegio tiene una puerta de entrada y muchas de salida", a lo que la profesora Rivera respondió: "En mi época de estudiante era atleta, no importa, saltando, corriendo, pero yo me quedo aquí", aspecto que le dibujó una sonrisa al director, para luego ganarse su confianza.

Para la profesora Elena Julieta Rivera, lo más gratificante de su profesión, es ver a sus alumnos realizados profesionalmente, como ellos los llama "mis chicos", porque siente que cumplió con su objetivo.

"Mi mayor satisfacción es verlos a mis chicos realizados, no siempre académicamente, porque les decía que no es obligatorio ingresar a la universidad, y les decía ´si a usted le gusta la carpintería, va a ser carpintero, pero un señor carpintero, de esos responsables, de esos honestos con el trabajo, que no vendan gato por liebre´, les impulsaba a lograr sus sueños", comentó.

Entre sus logros más destacados, está el haber fundado, junto con otros colegas la Asociación Departamental de Teatro, siempre ligada en la actividad teatral, como actriz y directora, algo que siempre la llenó de satisfacciones.

Referirse a todos los reconocimientos que recibió durante su vida profesional sería muy extenso, lo que habla de una vida dedicada al aporte educativo y cultural plena. Se jubiló el 2013, del colegio Americano, establecimiento al que también guarda mucho cariño.