Problemas que tienen que ver con la calidad de la harina nacional que vende Emapa y el valor de la harina blanca argentina que ha subido de precio en las últimas tres semanas, sería entre otras la causa para que los panificadores de nuestra ciudad alerten sobre un posible reajuste en el precio del pan de batalla lo que significaría un valor de 0,50 centavos por unidad.
Se trata de la Federación Departamental de Panificadores de Oruro (Fedepanor) que reclaman de las autoridades locales un mayor control en la comercialización de la harina que distribuye Emapa, cuya calidad ha sido puesta en duda por lo que los panificadores confiesan que deben efectuar mezcla de dos harinas para lograr un producto de calidad, ya que sólo con la harina nacional, "la gente reclama y el pan no se vende".
Dirigentes de los asociados panificadores señalan que la harina argentina que se vendía a un precio fijo subió junto a otros insumos en una proporción del 2 al 3 por ciento de su valor, lo que desequilibra los costos de producción del pan de batalla. El caso de la harina argentina, que hasta principios de mayo se vendía en 135 bolivianos el quintal, en la actualidad está entre 170 y 175 la misma cantidad lo que significa un sobreprecio en el principal insumo para elaborar pan.
Se mencionan otros insumos, caso de la manteca, seguramente una parte de azúcar que en realidad mantienen sus precios en mercado, constituyendo en este caso el único motivo para pensar en elevar el precio el pan, el sobre precio que aplican los exportadores argentinos a su producto.
Ya se han realizado algunas reuniones entre los interesados del negocio y ciertas autoridades para estudiar el fenómeno que se presente y que según reconocen los mismos panificadores, es un asunto de negociación y de mayor control en las fuentes vendedoras, que indirectamente ya se benefician con sus precios en función del dólar que rige en el país vecino y el valor de nuestra divisa que no ha cambiado.
A propósito del tema, la primera organización en rechazar un posible incremento en el precio del pan de batalla, es la Federación de Juntas Vecinales, (Fedjuve) cuyos dirigentes fueron muy concretos al indicar que "por ningún motivo se permitirá elevación en el precio del pan de batalla".
Aprovechando la situación, los vecinos están replicando a los panificadores, exigiéndoles que cumplan las regulaciones vigentes y que para el pan de batalla establece un peso de 0,65 gramos por unidad, lo que no se cumple en las panificadoras, ya que unos panes diminutos con menor peso se venden a 0,40 y los mismos panificadores han establecido otros modos de comercialización bajo diferentes formas de presentar panes más grandes a 0,50, el caso de los llamados panes italianos, o franceses y directamente los especiales que tienen mayor peso pero cuestan más.
Frente a este problema que en realidad no se presenta con la complejidad de otros distritos, puede solucionarse sencillamente con recomendaciones específicas, por ejemplo mejorar la calidad de la harina nacional, algo que no debe pasar desapercibido, pues se trata de un producto básico para una industria que debe crecer con calidad. Luego ejercer control en las comercializadoras de harina argentina de modo que pueda regularse su precio, sin que él mismo se dispare causando problemas a los panificadores. Finalmente exigir a los productores de pan entregar un producto de calidad y con 0,65 gramos por unidad.
Fuente: LA PATRIA
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