Elevado contingente de personas relacionan las virtudes con la religión, especialmente con la católica, apostólica y romana, porque son afines a sus principios, además de puntualizar que quien dio ejemplo de virtudes y las enseñó con su vida y en las innumerables parábolas que relato, fue el propio Jesucristo, empero, estas virtudes pertenecen al ámbito moral de las personas por lo que, haciendo excepción de cualquier religión, todo ser humano deberÃa practicarlas justamente para lograr su equilibrio personal y equidad en su relacionamiento con el prójimo que es inevitable en esta vida.
Estas virtudes, considerándolas en el estricto espacio moral de las personas, deberÃan ser incorporadas a la conciencia moral de todos y, ya su origen etimológico es contundente e impresiona para discernirlo: virtud del latÃn cardo, que significa en español quicio, debido a que toda la vida moral gira en torno a ellas; como ejemplo coloquial exacto: la puerta que gira alrededor de su quicio.
Las virtudes como la justicia forman la voluntad de reconocer a cada uno el derecho que le corresponde; en nuestro paÃs los marchistas y bloqueadores ven, como caballos de tiro, sólo sus intereses y derechos, pisoteando a discreción los derechos de los demás, entonces, se vive en una sociedad inequitativa y egocentrista. La virtud de la justicia tiene virtudes auxiliares como la obediencia (a la ley a los derechos de otros), la gratitud que es la voluntad de reconocer de buen grado el respeto a los derechos de todos.
La prudencia, maravillosa virtud, capacita al individuo a reflexionar sobre la forma y los caminos conducentes al fin último que es juzgar y establecer el obrar racional y aplicarlo o prescribirlo en cada caso particular.
La templanza que se relaciona con la potencia del apetito sensible que contiene el placer dentro de los lÃmites de la razón. La moderación es una virtud auxiliar de la templanza para comer, beber y los placeres sexuales, igualmente el dominio de sà mismo para no dejarse desviar de sus convicciones hacia el bien y, para aplacar las violentas excitaciones y la ira; la clemencia que es la indulgencia al castigar y la modestia que regula la individuo en su exterior. Hay mucho para reflexionar.
(*) Abogado Corporativo, postgrado en Arbitraje y Conciliación, Docente universitario, Escritor
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.