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Viernes 27 de mayo de 2016

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Informe Especial

Superarse como mujer es sinónimo de mucho sacrificio

27 may 2016

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Clotilde Calancha es una mujer que se superó profesionalmente para mantener a sus dos hijos y fue un constante sacrificio todo lo que tuvo que pasar para llegar a ocupar cargos importantes como ser catedrática en la carrera de Derecho, vocal de la Corte Electoral y desde hace 14 años ser representante de la Defensoría del Pueblo.

En una conversación con LA PATRIA, pudimos conocer cómo a pesar de haber estado constantemente formándose como profesional, tuvo que ver por el bienestar de sus hijos Gustavo y Ernesto, quienes crecieron en los lugares donde ella ejercía su trabajo y que luego, sus "pequeños" fueron sus aliados incondicionales.

Uno de los recuerdos que perduran en su corazón es cuando su hijo mayor leía la tesis que había elaborado Clotilde para optar la profesión de abogada. El jovencito agarró la tesis, justo el día que su mamá debía defenderla, aunque horas antes de la defensa, cuando ambos estaban en la cocina y se puso a leerla como una forma de apoyarla. Algo que no olvida porque nunca pensó que uno de los niños de los que había criado, sería el que la apoye en otro de sus logros, el de ser abogada.

Según nos cuenta la "doctora", como es conocida usualmente Clotilde Calancha, en los distintos cargos que le tocó desempeñar, tuvo que velar por el bienestar de sus hijos, especialmente cuando tuvo que alejarse de la ciudad o del país para su capacitación permanente como profesional en el área de bibliotecología.

Cuando asumió el cargo como representante del Defensor del Pueblo en Oruro, el sacrificio se redobló porque exigía mucho tiempo, ya que a veces salía al trabajo en la mañana y retornaba a su casa simplemente para dormir, eso, sin duda le quitó el tiempo para compartir no solo con sus hijos, también con sus nietos.

Pero desempeñar labores que el destino le puso en su camino también sirvió para que tenga la posibilidad de conocer a muchas personas que en un momento dado le llegaron a nombrar como su madre tal el caso de los funcionarios de la Defensoría a quienes en momentos malos y buenos estuvo apoyando en la medida de sus posibilidades.

De similar forma se convirtió en la madre de una persona que le ayudaba en la limpieza de su casa y que al tener su propia hija, llegó a darle una nieta a quien la considera como si fuera de su propia sangre.

A la vez, sintió miedo cuando fue alguna vez tomada como rehén, en ese momento pensaba primero en sus hijos o cuando pudo perder la vida tras estar en algún accidente por cumplir su labor, algo que agradece a Dios porque su vida siempre dejó en las manos del Supremo Hacedor.

Clotilde Calancha es sin duda el sinónimo de una mujer que pasó por muchos sacrificios para superarse.

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