Falta de mercados y el contrabando

El problema que complicó a la textilera Enatex no es reciente, data de largo tiempo atrás, se fue deteriorando paulatinamente, aunque en un buen tiempo y bajo la administración privada, la producción de esa industria cubría a satisfacción la demanda nacional de cierto tipo de prendas y se consignaba un cupo especial para la exportación.

La conocida Ametex, exportaba sus productos a mercados externos pero el mayor porcentaje de esa operación se cumplía con Estados Unidos, aprovechando la vigencia de preferencias arancelarias, consignadas en el acuerdo conocido por su sigla en inglés Atpdea. El trabajo en ese tiempo era regular, inclusive se cumplían horarios extras bien remunerados para cubrir la demanda externa, por lo mismo se trataba de una industria próspera y eficiente.

La Ametex que se convirtió más adelante en Enatex, era una industria que tenía el control de toda la cadena productiva textil, refieren sus trabajadores, se producía desde el hilo y se entregaba el producto terminado con sello de alta calidad, que además era reconocido en el mercado norteamericano y otros de la región.

Una serie de problemas internos, especialmente de mala administración, la pérdida del cupo de exportaciones con el Atpdea y su paso a manos del Gobierno como Enatex, colocaron a esa empresa en la situación actual, con una producción limitada, soportando la competencia de otras industrias, pero sobre todo del contrabando, lo que genera incertidumbre y finalmente el caos que observamos y la difícil situación de muchos trabajadores y sus respectivas familias.

En Enatex, por denuncia de los trabajadores, se cumplía una administración ineficiente lo que llevó a la industria estatal al colapso que ahora debe ser revertido con un plan de emergencia, que sin embargo no satisface a todos los afectados y tampoco garantiza sostenibilidad laboral.

La falta del mercado norteamericano desde 2008 ha sido determinante, no se ha podido reemplazar aquél, pues las ventas a Venezuela, Argentina y Brasil han sido ínfimas y se sabe que las transacciones comerciales no lograron el ritmo deseado de ventas y recuperación de fondos en tiempos apropiados, lo que complicó mucho más la vida de Enatex.

Cómo quiera definirse el caso�sobre mojado, llovido o la inversa, el asunto tiene otra incidencia negativa y es la que ocasiona el contrabando, parte de productos chinos y la masiva venta de textiles comprendidos en el negocio de la ropa usada que ha llegado a todas las ciudades, bajo una permisible posición oficial que permite la actividad de un comercio informal, que no tributa, pero trabaja sin causar problemas y se da modos para vender además una variada mercadería que ingresa de manera ilegal.

La falta de mercados y el contrabando son la causa de la debacle de la industria nacional que debe soportar esas contingencias "demoledoras", esperando que se apliquen medidas de contingencia primero para buscar y asegurar mercados para exportaciones y luego otras de abierta represión al contrabando. Puede ser una solución a problemas reales que dañan el sistema productivo nacional.

Fuente: LA PATRIA