EL DUENDE literario de Oruro se irradia en Bolivia y el mundo

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En 1811 apareció El Duende, terciando en la Guerra de la pluma (Manuela Cantos Casenave, 2006), entre liberales y absolutistas sobre la Constitución de Cádiz. En los últimos años, llega hasta mi oficina una encomienda libresca que contiene las ediciones de otro Duende, esta vez procedente de Oruro. La última entrega trajo las ediciones No. 590 (3 de enero) al 598 (24 de abril) de 2016. Nueve números de El Duende, dirigido por el Ing. Luis Urquieta Molleda, con apoyo de la Fundación Cultural ZOFRO, impreso por La Patria, que para su gloria acoge con placer a este suelto cultural que brilla con luz propia en el vasto universo de suplementos culturales de la prensa nacional.

El Duende [que] Se le aparece cada quincena, tiene ya, una respetable existencia en la que se visualizan tres épocas:

La primera, fundacional y heroica (1988-1991), cuando El Duende fue invocado en una noche de tertulia, en la que escritores combatían el frío invierno orureño en el cenáculo "Galería Imagen, Café, Arte y Cultura". El hechicero que lo creó fue el gran poeta y antropólogo orureño Alberto Guerra Gutiérrez (1930-2006). Desde entonces, El Duende apareció cada quince días, hasta formar un volumen de 48 números, en su curioso formato de media carta. Cerró sus ediciones al mismo tiempo de la Galería.

La Fundación Cultural de la Federación de Empresarios de Oruro recogió la posta, como lo confiesa Luis Urquieta, aunque el boletín se publicó como El Faro (1993-1995), con la buena nueva de financiamiento asegurado para su edición quincenal, esta vez en tamaño tabloide.

El Duende, haciendo honor a su nombre, le jugó una mala pasada a su director, hombre sensible por la cultura nacional, quien había preparado con esmero una nueva edición, cuando por azares de la vida cerró sus actividades la Fundación Cultural de los empresarios, forzando al cierre de El Faro, exhumando para la nueva publicación el título del primigenio impreso de 1988: El Duende. "Viaje al pasado", del poeta revolucionario Oscar Alfaro, abre portada, el 9 de abril de 1995, paradójicamente en la época de economía de libre mercado que imperaba en Bolivia.

Las características de El Duende son singulares, pues si bien privilegia lo nacional -sin ser por ello nacionalista- brinda generosamente sus páginas a escritores orureños: "Entre "1995 a 2003 se registró a más de 230 autores orureños", afirma su director, pero allí escriben autores nacionales y del mundo entero. Es, a la vez, palestra plural de ideas, cartel y agenda de difusión de novedades culturales, foro para el debate y la reflexión, espacio para rendir homenaje a nuestros intelectuales y que su legado trascienda la muerte; pizarra en la que el poeta canta a la vida; escaparate para deleitar la vista con la creación de pintores, retratistas y artistas; vitrina para libros de reciente edición; medio para actualizar de aquello que se escribe en América Latina y otras regiones del planeta; en fin, canal para poner los puntos sobre las íes, cuando corresponde y es necesario. Otra de sus características es que re-publica ideas y escritos, de pensadores de ayer (a veces de uno muy lejano) quizá sin pedir permiso a nadie, por cuánto aquellos forman parte del selecto Panteón de Escritores Patrimoniales, por ello de propiedad colectiva por antonomasia.

Por esas razones, El Duende es cosmopolita, universal, enciclopédico, orientador y ameno.

Veinticuatro años, cifra respetable para cualquier medio impreso, es el que celebra El Duende [que] Se le aparece cada quince días, por un pacto de sangre que fue firmado el lejano 9 de abril de 1995, para dar continuidad a su primera aparición, juramento que hoy fue ratificado por Luis Urquieta Molleda (Director), secundado por el Comité Editor conformado por el poeta Benjamín Chávez y el artista plástico Erasmo Zarzuela Chambi (sobreviviente de la segunda época), con el apoyo incondicional de Julia García, cuarteto de conjurados que publica cada quince días un nuevo número de El Duende [que] Se le aparece a escritores de Bolivia -y del mundo entero, gracias a la edición virtual de La Patria- dando lustre a la ciudad de El Pagador, que históricamente tuvo presencia en las letras impresas. En El Duende, artistas, escritores, músicos, poetas, historiadores y estudiosos de la cultura de Oruro, Bolivia y el mundo, publican sus ideas.

Luis Oporto Ordóñez. Historiador, archivista y catedrático.

Director de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional.