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Domingo 22 de mayo de 2016

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Cultural El Duende

El Duende tiene Duende

22 may 2016

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En algún lugar de expendio libresco de cuyo nombre no puedo acordarme, hace ya mucho adquirí un librito Bruguera de Francisco Umbral titulado "Lorca, Poeta maldito". Me llamó la atención el inédito enfoque respecto a aquel madrileño-andaluz que no ha dejado de subyugarme sobre todo con ese memorable poemario "Un poeta en Nueva York".

Pero en verdad, lo que particularmente me atrajo de aquel libro fue el capítulo referido a "El Duende". En él, Umbral despliega un inteligente abordaje del famoso manifiesto escrito por García Lorca sobre "Teoría y juego del Duende", que traduce su concepción estética de la literatura y el arte. Dice: "el Duende es ese poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica".

Y añade el poeta "la verdadera lucha es con el Duende", en tanto pulsión germinal, como la fuerza oscura que hace posible la creación auténtica. Toda lucha en pro de la perfección artística deviene de una lucha sostenida con el Duende. De este modo termina desdeñando al "ángel", evangélico y renacentista, y a la "musa", alegórica e insustancial. A diferencia de ambos, el Duende viene de abajo y adentro, es decir de nosotros, es decir de lo más radical que nos habita, permitiéndonos a través de su potencia consumar la obra anhelada.

Esta versión lorquiana de El Duende -considero- halla su correlato nominal y espiritual en el Suplemento Orureño de Cultura "El Duende", a partir de su persistencia, autenticidad y la lucha por mantener un discurso cultural vigente, en medio de la inflación verbal cotidiana, la parafernalia de los media y la telaraña digital.

A su vez, recupera de la tradición popular a ese personaje cuya condición mitológica fluctúa entre lo familiar y el misterio. Sembrando la zozobra doméstica en las casas y el campanario, bajo el ala de un enorme sombrero, sin dejar de asustar a la modorra cotidiana, al conformismo y la rutina esclerosante, se nos aparece cada quincena.

"El Duende" con una persistencia ejemplar ha atravesado la barrera del sonido, con 600 números en su haber, en su año XXIV. En un país donde los proyectos culturales e iniciativas editoriales sucumben por la falta de políticas sostenidas y el apoyo institucional, el record es más que meritorio. Este logro constituye un ejemplo de consecuencia y convicción: Bolivia también se debe construir a partir del desarrollo cultural y el fomento al pensamiento y las artes.

Frente a un periodismo que tendencialmente fluctúa entre la información política y el deporte (encarnaciones viscerales de la confrontación y el juego de poder), el suplemento "El Duende" de La Patria, sustentado por la Fundación Cultural ZOFRO, termina predicándonos -de facto- que además hay otras dimensiones humanas en que la sociedad necesita crecer y reconocerse. La imaginación, la creación, las ideas, las diferentes formas culturales, las visiones de mundo, en fin� que no hacen sino recuperar y representar la vida y el espíritu de nuestros pueblos en su más compleja diversidad.

Así como Gilberto Rojas ha cantado sin distingo a las diferentes regiones del país, y el carnaval de Oruro es una muestra representativa del acervo cultural de Bolivia, "El Duende" en su páginas promociona la cultura local y se abre a las voces y la palabra de intelectuales y creadores de todo el territorio nacional, además de conectarnos con el pensamiento y la obra de relevantes escritores del mundo, hecho que permite trasuntar lo universal más allá de la clausura endogámica. El Duende forma parte de esa voluntad colectiva por hacernos mejores a través del arte y la cultura.

Punto especial merece su principal impulsor, el Ing. Luis Urquieta Molleda, quien bajo el aura del fundador, Alberto Guerra Gutiérrez, no ha cejado y, más bien a la cabeza de esta magna empresa la ha tornado sostenible, la ha profundizado, cualificando el contenido de sus páginas y su proyección social. Además, con el mérito de ampliar su radio de acción a través de la edición de libros, entre los cuales cabe mencionar a guisa de ejemplo, el último, "Letras Orureñas" (2016), elaborado por los escritores Carlos Condarco, Benjamín Chávez y Martín Zelaya.

Benjo, Erasmo y la diligente Julia -duendes de fuste- con un trabajo minucioso y comprometido constituyen pilares imprescindibles de esta generosa empresa. El Duende hoy, al cabo, constituye un referente nacional de periodismo cultural y un baluarte de la defensa del pensamiento, la creación y la promoción de las artes que nos honra a todos. Por ello, ni más ni menos, es que "El Duende" tiene Duende.

Edwin Guzmán Ortiz. Oruro, 1953. Poeta, ensayista y crítico de arte.

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