Jueves 12 de mayo de 2016
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Por la selección preliminar de 24 ciudadanos entre hombres y mujeres, se espera que el �rgano Legislativo designe a la persona con mayores atributos para ocupar tan importante cargo que entre sus principales funciones tiene la de asumir defensa de los derechos humanos de todos los ciudadanos pero particularmente de los que pudiesen ser afectados por la presión o la intolerancia que ejercen algunas autoridades en trance de gobernabilidad.
El 13 de mayo fenece el periodo del Defensor del Pueblo y se supone que casi de inmediato, de no mediar circunstancias especiales, será posesionado un nuevo o nueva reemplazante para iniciar una gestión del organismo que por sus caracterÃsticas es fundamental en la misión especial de ser parte armónica entre la ciudadanÃa y el poder central, o cualquier otro organismo en el que se vulneren normas establecidas y se lastime la conciencia o la humanidad de la población, especialmente en su estrato más sencillo y menos protegido.
Mucho se habló sobre las caracterÃsticas que debe poseer quien asuma la defensorÃa del pueblo, hombre o mujer. En lo que se insiste es que esa persona debe gozar de total independencia y alta credibilidad ante el conjunto de la comunidad, esos atributos serán la garantÃa de su futura tarea al frente de la defensorÃa, en la que no pueden admitirse ni siquiera mÃnimas inclinaciones a favor de tiendas o sectores polÃticos.
Se entiende que cualquiera sea la persona electa, no significa que la misma no tenga criterio polÃtico, ideologÃa de función social, son aspectos que no se puede negar a nadie entendiendo el derecho a pensar libremente, que es requisito muy especial para hablar de libertad de expresión, otro derecho que debe defenderse intransigentemente como base de la vigencia democrática. Lo que no se puede admitir y eso lo han repetido en los últimos dÃas polÃticos de todo lado, asà como analistas y expertos en derechos humanos, es que el Defensor del Pueblo tenga notorios vÃnculos partidistas.
Fuente: LA PATRIA
