Miercoles 11 de mayo de 2016
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Vengo escribiendo sobre el tema, desde hace ya bastante tiempo, inspirado en las reflexiones de la filósofa Adela Cortina. Esta distinguida profesional, obtuvo el Premio Nacional de Ensayo 2014, que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, por su libro: ¿Para qué sirve realmente la ética?
A principio de siglo leí una entrevista de la filósofa, en El País de España, titulada: "El desafío del siglo es que la ética llegue al poder", donde expresaba: "Desde diversos sectores nos estamos dando cuenta que son importantes una serie de elementos morales que a veces se habían despreciado". "¿A mayor poder, menos ética? Desgraciadamente es así. Creo, como los viejos anarquistas, que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Uno de los grandes desafíos del siglo XXI es conseguir que la gente que tenga poder tenga también ética. Que la ética llegue al poder será parte de la salvación de la humanidad".
Los recurrentes escándalos de corrupción que vivimos; los más grandes de la historia nacional, muestran que la ética no llegó al poder. Es mucha villanía robarle plata a un pueblo pobre, con carencias materiales de todo tipo, en la educación, en la salud y en la infraestructura. Da mucha rabia ver a los corruptos gozando descaradamente de fortunas mal habidas, y nuestra gente muriendo en los hospitales por falta de remedios.