Domingo 08 de mayo de 2016
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La cadena de acontecimientos provocados por el cambio climático, unido a la sobreexplotación de los mares, ya está dando lugar a las llamadas zonas de muerte en los océanos. Siendo una vez más el ser humano el causante de la desaparición de las especies, quien en todos los casos actúa de igual forma: explotación de la naturaleza, uso desmedido de sus espacios vitales y destrucción del hábitat natural. Aunque otra forma de explotación a manos del codicioso ser humano es la tala indiscriminada de selvas tropicales. Por ejemplo entre los años 2000 y 2005 se perdieron 27 millones de hectáreas de selva tropical, principalmente en la selva amazónica.
Tal como actúa un tumor maligno, el ser humano se expande a costa de otros órganos y los explota sin tener en cuenta lo que éstos necesitan para seguir viviendo. Otro paralelismo con dicha enfermedad también es el daño irreparable que ejerce a su paso, ya que aunque se detuviera la tala de selva tropical y se comenzara a reforestar, las consecuencias globales ya serÃan irreversibles.