Obet Calizaya, atleta que solo piensa en llegar a la meta

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Con absoluta concentración se dirige al punto de partida, luego de haber calentado durante unos instantes para evitar alguna lesión en el transcurrir de la competencia. En su pensamiento solo está un objetivo, la meta. Lleva el uniforme de atleta, en cuyo pecho muestra con orgullo el nombre del lugar donde nació, Challapata.

Con lentos movimientos se acomoda para esperar las órdenes del "partidor". Al escuchar la señal imprime una velocidad envidiable, cuál bólido solo necesita de una decena de segundos para cumplir con su misión. No le interesa qué tipo de rivales tenga al lado, los ignora, no por creerse más que ellos, sino porque su mirada solo localiza un punto ubicado al final de la pista de los 100 metros.

LA PROMESA

Su inclinación por el atletismo se origina hace cuatro años, cuando competía en el colegio representando a su curso, pero en ese momento, nunca imaginó que llegaría más allá de lo que él pensaba.

"Me incentivaron los profesores de educación física de la unidad educativa Monseñor Ricardo Beni Moro. Vieron dotes en mí y me probaron en la disciplina. Me gusta del atletismo esa adrenalina que fluye por el cuerpo esos diez segundos que vas a correr los 100 metros", indicó.

A partir del ánimo de sus profesores, Obet comienza con la preparación, primero conociendo el terreno donde correrá, luego seguir una buena alimentación y hacer una preparación física constante. Además de aplicar la técnica instruida durante los entrenamientos.

"Es necesario practicar todos los días", dijo al estar consciente que si quiere llegar lejos debe someterse a una disciplina para lograr ese objetivo.

Por ello, va a los arenales con la finalidad de lograr un mejor rendimiento en competencia.

"Doy grandes zancadas para mejorar la velocidad y el avance de los pies. Tengo dos profesores, Milton Mollo y Wilson (no recuerda el apellido). La alimentación que tengo se basa en arroz blanco y algo liviano", afirmó.

Al mismo tiempo, manifestó que a un principio no sabía ni cómo partir, carecía de técnica, pero con preparación fue aprendiendo la práctica del deporte. En su primera carrera perdió, llegó segundo, lo que le motivó mayor trabajo.

Reconoció el apoyo de su familia, que constantemente está pendiente de la actividad de Obet. Los permisos y la subvención de un monto económico para que llegue a la ciudad de Oruro, es considerado por él como un gran apoyo.

MEDALLAS

Al lograr las primeras medallas de oro, su familia expresó su orgullo, porque es el primer deportista de su casa.

Obet es especialista en las modalidades de 100 y 200 metros planos, además de la competencia por relevos. Sus primeras tres medallas de oro, las consiguió en su ciudad natal, Challapata en el 2015. Luego vino a Pazña también logró tres medallas de oro.

Cuando compitió en la ciudad de Oruro, logró medalla de oro en 100 metros planos y dos medallas de plata en 200 metros planos y en relevos. Es miembro del Club de Atletismo en Formación (CAF), dirigido por el profesor Gualberto Tapia Peña. Con la ilusión de conseguir logros para Oruro viajó a los Juegos Estudiantiles Plurinacionales en Tarija, sin embargo, no contaba con la astucia del destino, le jugó una mala pasada cuando se lesionó en plena competencia, pero como su objetivo es siempre llegar a la meta, pese a estar mal, logró terminar la línea de sentencia.

"Quiero dedicarme solo al atletismo porque es saludable, porque trabaja todo tu cuerpo, la mente, el físico", afirmó.

Una de sus pretensiones es llegar a ser como su atleta favorito, el boliviano Bruno Rojas a quien no lo conoce personalmente, pero lo admira por la preparación que tiene y los logros que consiguió a lo largo de su vida deportiva.

Obet asegura que cuando parte en una competencia, solo piensa en darse íntegro, mantener el ritmo hasta cruzar la meta.

"Si veo a mis rivales me desconcentro, así que prefiero no hacerlo. Mi objetivo sólo es llegar a la meta, no importa si es primero, lo importante es llegar", indicó.

Así es la corta carrera de Obet Calizaya, quien a la fecha se convierte en una verdadera promesa para el atletismo orureño. Se plantea muchos desafíos que los irá construyendo con sacrificio y dedicación con la finalidad de aportar con preseas a la tierra que lo viera nacer.

Fuente: LA PATRIA