La novela iniciada semanas antes del referéndum continúa cautivando el interés y la imaginación de buena parte de la ciudadanÃa boliviana. Los argumentos acusativos de parte de la fiscalÃa boliviana persisten en el afán condenatorio de la señora Zapata; y por su lado la acusada lanza argumentos aparentemente verosÃmiles en su defensa que luego devienen en dubitativos y curiosos para, finalmente, caer en algo parecido a la falsedad.
Por lo que se ve, aún hay mucha tela que cortar, todavÃa se vislumbra mucho por investigar y el libreto novelesco cuenta con mucho argumento, por ambos lados, para seguir manteniendo un rating que empuja a segundo plano otras temáticas de interés nacional como aquella del Fondioc, que a estas alturas parece diluirse ya en el interés de autoridades y ciudadanos.
LOS ACUSADORES
En un esfuerzo por mantener la imagen presidencial muy intacta y sin mácula, el Estado culpa a la detenida por enriquecimiento ilÃcito, y también por mentir en aspectos como el supuesto tÃtulo de abogada. Ministros y portavoces no admiten que haya habido uso de influencias; pero por otro lado no explican cómo la señora Zapata tenÃa tan fácilmente, acceso a oficinas palaciegas y tampoco explican cómo el Estado plurinacional firmó millonarios contratos directos con la empresa china. Al parecer, se trata de destruir civilmente a la detenida, endilgándole todos los pecados conocidos para contraponer a esto la imagen lÃmpida y transparente del estado en la persona de su excelencia.
Leer más
Se nota, desde ya, una posición abusiva cuando un gobierno se estrella contra una sola mujer, a la que ahora quieren arrebatarle una pequeña hija. ¿Por qué?, seguramente para seguir distrayendo la atención del tema de fondo que serÃa influencias y nexos gubernamentales no tan claros con la empresa china.
Por cierto, entre las preguntas del millón estarÃan: ¿por qué recién ahora nos enteramos de la existencia de la tal señora y los detalles colaterales a ella?, ¿por qué tuvo que esperarse a que un periodista independiente destapara la olla?, ¿y si Valverde no lo hacÃa, todo bien y gracias?
LA ACUSADA
Por su parte, doña Gabriela Zapata no explica claramente por qué recién tramitó su tÃtulo, por qué se hizo pasar por abogada sin serlo, cómo tuvo un enriquecimiento tan rápido y por qué recién saca a luz la existencia del supuesto hijo.
La sensibilidad colectiva se inquieta al saber que la señora depositaba en el banco cifras de cincuenta mil dólares como si tal cosa mientras que a las mayorÃas ciudadanas ahorrativas les cuesta tanto hacerse de un patrimonio económico. Asimismo asombra que alguien que aún no cumple los 30 años, disponga 250.000 dólares para tomar en anticrético un pequeño palacio, mientras las grandes mayorÃas que no tienen casa propia hacen denodados esfuerzos para los alquileres y los anticréticos.
En verdad es penoso ver a una mujer, defendiéndose y defendiendo a sus pequeños hijos frente a un gobierno todopoderoso; pero el sentido común indica que ya debe decir su verdad o sus verdades cuanto antes. ¿Qué temores tiene ahora la señora?, ¿quiénes la ayudaron a encaramarse tan alto empresarialmente?, ¿sólo la escogieron los chinos o alguien más?, ¿cómo tuvo tanto éxito sin ningún tÃtulo? En fin, hay tantas interrogantes que debieran aclararse ya.
LOS DEFENSORES
El papel de las o los abogados defensores siempre es relativo, porque las más de las veces resulta incómodo y hasta patético para la opinión de la ciudadanÃa.
En aras de la verdad, serÃa interesante que los abogados de su excelencia y de la señora conciencien a sus clientes para que estos acepten con hidalguÃa y sinceridad sus actos diciendo la verdad de las cosas. Más allá de que la relación sentimental o el hijo sea algo privado, inevitablemente ambos, presidente y empresaria, son personajes públicos y están en la mira de la ciudadanÃa.
(*) Licenciado en Comunicación Social