Jueves 28 de abril de 2016
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El pukina fue un idioma prehispánico del que sólo quedan rastros toponÃmicos en parte del área andina de Perú y Bolivia. Es una de las lenguas que desaparecieron por efectos de conquistas y desuso pero no la única. Su desaparición es la evidencia de que los idiomas originarios necesitan ser preservados.
Pero preservar un idioma no significa obligar a su uso porque eso es replicar la conducta de los conquistadores del pasado, incas y españoles, que, cuando tomaban el control de territorios, imponÃan su idioma por la fuerza. Asà fue como el kishwa o quechua llegó al territorio que hoy es Bolivia: se impuso al aymara de los kollas, al pukina de los urus, al kunsa de los chichas, al chui de los chuis y al charka de los charkas.
Y sÃÂ? esa ya es una verdad que pocos historiadores discuten: el quechua no es el idioma originario de los actuales bolivianos sino el de sus conquistadores, los incas. Estos llegaron desde el Qusqu o Cusco y primero sometieron a los kollas tras una larga guerra. Una vez que los derrotaron, les impusieron el quechua pero los vencidos se dieron modos para preservar su aymara.
La creencia de que el aimara fue el primer idioma en hablarse en los Andes colapsó ante la evidencia de que hubo lenguas anteriores. Hoy todavÃa se debate sobre la posibilidad de que los kollas hayan sido los primeros conquistadores en someter a sus vecinos e imponerles su aymara. Esa pudo haber sido la primera gran causa para su desaparición. Luego vinieron los incas y los sometieron a ellos. Conquista sobre conquista. Y luego, recién, aparecieron los españoles que sometieron a los incas y les impusieron su españolÂ? y su DiosÂ? y sus enfermedades.
Tras conocer estos detalles ignorados de nuestra historia, es lÃcito preguntarse cuál es, en realidad, el idioma originario de los bolivianos. Para los descendientes de los kollas, los que dominaban el área lacustre del lago Titikaka, es el aimara pero nadie puede afirmar que antes no hubiesen hablado otra lengua. Las dudas son mayores para descendientes de chichas y charkas. Los primeros identificaron recién su idioma originario, el kunsa, y buscan reivindicarlo, mientras que los segundos, que habitan en parte de los territorios de Cochabamba, Chuquisaca y PotosÃ, ni siquiera saben cuál es su identidad étnica.