Todo lo que damos

Una frase compartida en la red social Facebook señala "todo lo que damos hacia fuera, es un reflejo de lo que tenemos dentro", por lo que, al ver las calles con basura, sucias, nos preguntamos ¿es eso lo que tiene la gente por dentro?, ¿está llena de basura, con el alma sucia y podrida?

Quizás la sociedad consumista ha hecho que las personas se llenen por dentro de cosas inservibles, de banalidades, tanto que desechan la comida como si no costase el conseguirla, el producirla, cultivarla y se desperdician toneladas en ciertas partes del mundo, mientras que en otras falta para alimentar a poblaciones enteras.

Se ve que las personas botan desechos sólidos o líquidos, envases de papel, plástico y otros, ensuciando todo a su paso, no sólo en las zonas urbanizadas, también en el campo, donde existe masiva concentración de gente se levantan toneladas de basura que no sólo contamina el suelo, pues ocurre lo mismo con el aire o ríos cercanos.

En la misma urbe, en especial en las noches, los propietarios o empleados de los restaurantes botan aguas servidas en las calles y dejan la basura en bolsas que son destrozadas por canes que rondan por ahí buscando comida, dejando el centro histórico completamente sucio.

Ni qué decir después de un día de feria, las cajas de cartón, los envases plásticos y las bolsas nylon de todo tamaño, son los protagonistas, se juntan por toneladas en muchas y diferentes arterias de la ciudad, por donde se asientan los comerciantes para ofrecer su mercadería.

Además de contaminar vemos que algunas autoridades se dedicaron a destrozar la naturaleza para edificar monumentos al cemento, al plástico o a la goma, pues en la Gobernación se talaron árboles centenarios para construir una cúpula donde resaltara la cruz andina o chakana, cuando se llamaba aún Prefectura.

Ahora el alcalde decide "pintar" de verde las jardineras, en los ingresos a la ciudad, mandando a colocar césped sintético en lugar de forestar y colocar pasto de verdad, para que la urbe pueda respirar por sí misma, con sus propios pulmones.

Entonces, nuevamente preguntamos y le dejamos a usted amigo lector que analice la situación, busque respuestas sobre ¿qué es lo que tenemos dentro?, ¿realmente estamos dando hacia fuera todo lo que tenemos en nuestro interior?, ¿nuestro interior está tan sucio, tan podrido, tan contaminado como nuestra ciudad?

Fuente: LA PATRIA