Por tratarse de una "necesidad humana vital, la industria del turismo va a seguir creciendo", en la medida que las necesidades propias de cada país así lo determinen, para encarar este negocio con mejores posibilidades de financiamiento, para la apertura de mayores negocios afines a la también denominada "industria sin chimeneas".
Para Juan I. Rodríguez, vicepresidente de desarrollo de negocios para América Latina de Resort Condominiums Internacional (RCI) "la desaceleración económica -internacional- no frenará el crecimiento de la industria de los viajes en los países de la región", donde las empresas e instituciones que trabajan en el sector deben volcar sus esfuerzos para hacer que la experiencia vacacional sea algo único.
El experto en materia turística refiere además que este rubro de actividad económica es uno de los más importantes a nivel mundial y ha tenido un ritmo de crecimiento sostenido en los últimos cincuenta años, lo que significa que para muchos países es una actividad de progresivo desarrollo y por lo mismo merece especial atención.
En el caso de Bolivia las condiciones actuales y desde cierto tiempo atrás se han mostrado favorables al desarrollo de emprendimientos turísticos, aunque no precisamente en la dimensión que podría darse a este sector si se lo toma en cuenta como el generador de divisas, coyunturalmente a la dependencia que rige por la venta de nuestras materias primas, lo que no ha sucedido con otros países de la región que soportan una serie de factores adversos, de orden económico, político y hasta de origen climatológico, alterando proyecciones turísticas.
El análisis del experto coincide con otros estudios del comportamiento social en Bolivia, señalando que "en los últimos años ha tenido un crecimiento sostenido de su Producto Interno Bruto PIB, que abrió una puerta especial a una clase media en crecimiento, dispuesta a consumir mayores productos turísticos a nivel interno, pero también a invertir en el turismo exterior". Sin embargo se presenta una tercera posición y es la que mayores beneficios puede traer y corresponde al turismo receptivo, es decir la atención a contingentes de visitantes deseos de conocer la variedad de la oferta turística que en Bolivia es realmente amplia, aunque de momento está centrada mayormente en el oriente y luego en lo que corresponde a determinados atractivos de La Paz, especialmente el lago Titicaca.
Lo importante es que se impulsen los emprendimientos turísticos nacionales a partir de establecer servicios turísticos modernos en materia de hotelería, restaurantes, transporte y comodidades exigibles en los sitios turísticos, por lo mismo, se requiere de una política más agresiva de promoción del producto de interés en el exterior que está en el paisaje, tradiciones y costumbres en la diversidad de nuestro territorio.
Es importante plegarnos al "tren del turismo" pero con planes más concretos que tengan como eje principal el impulso al sector privado, turístico y hotelero, pues está visto que ésta industria funciona de manera combinada, especialmente en los países donde el turismo es fuente principal en la generación de divisas, pero al mismo tiempo en la creación diversificada de fuentes de empleo, que en todo caso deberá especializarse para mejorar la oferta de servicios.
Bolivia es un país que tiene maravillas naturales que deben "explotarse" en términos turísticos y que deberían convertirse en centros de intercambio interno, pero sobre todo de interés de los extranjeros para que vivan una experiencia vacacional o cultural de inigualable satisfacción. El turismo profesionalmente manejado, es una fuente de ingreso saneado.
Fuente: LA PATRIA
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