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Domingo 24 de abril de 2016

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Revista Dominical

¡Conozcamos al bullying, abordémoslo!

24 abr 2016

Por: Ingrid Barrientos - Psicóloga

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No es un juego de niños, ni son cosas de la edad, menos el tema de "moda" el bullying o acoso escolar es un tema serio que trae graves consecuencias a sus víctimas.

Julia es la mamá de un niño de diez años, que fue víctima de bullying o del también llamado acoso escolar, la profesora de su hijo le dijo que algo raro sucedía con él porque no se llevaba bien con nadie y siempre estaba solo. La señal de alerta para Julia fue cuando comenzaron a hacerse cada vez más frecuentes los dolores de cabeza y estómago a la hora de ir al colegio. Al principio pensó que podía tratarse de un resfrío o de malestares comunes. Sin embargo, como no cesaban, pensó que podía tratarse de alguna enfermedad seria, por lo que decidió acudir a un médico, quien descartó que su hijo estuviera enfermo. Julia no podía estar tranquila porque continuaban las excusas para faltar a la escuela y sus notas comenzaron a bajar notablemente.

"Busqué ayuda psicológica para tratar de ´entender a mi hijo´, aunque la verdad que siempre fue un buen chico, tal vez demasiado... cuando usted me dijo que mi hijo estaba siendo víctima de "bullying", me asusté, la verdad nunca antes escuché esa palabra", cuenta Julia.

Lamentablemente, este es un problema grave, real y frecuente en las escuelas de todo el mundo y Bolivia no es la excepción. Los colegios no cuentan con herramientas para poner fin a este tipo de hostigamiento que toma formas muy crueles trayendo consecuencias a la salud mental a futuro que van desde depresiones severas, trastornos de ansiedad y en casos extremos, ha llevado a sus víctimas al suicidio.

El bullying no debe ser minimizado, ni ignorado por educadores y padres de familia. Sin embargo, suele ocurrir que cuando se presenta, los padres de niños agresores suelen negar la situación.

LA FAMILIA, BASE DE TODO

Con relación a este tema se debe entender que no es el colegio el dispositivo del bullying, simplemente es el lugar donde se hace evidente y toma forma. Los niños/as y adolescentes viven en muchos casos situaciones de violencia, negligencia, abandono, sobreprotección extrema en el contexto de sus familias u otros entornos y llevan esas ´mochilas´ a los colegios de alguna manera; pueden ser ellos los agresores o, por esas vivencias de dolor, se convierten en presas fáciles y vulnerables ante otros, convirtiéndose en víctimas con poca o ninguna habilidad social. Por eso el tema debe ser abordado desde el escenario de la familia. El bullying termina siendo el hermanito menor de todas las violencias cotidianas.

Las experiencias que he tenido en colegios en los que he trabajado, lo que más he encontrado son chicos (as) sin límites, desafiantes, sin control, algunos muy mimados y sobreprotegidos, extremadamente malcriados, que no muestran respeto, tienen poca empatía, sus valores están trastocados, y son muy provocadores.

Reiteraré hasta el cansancio que esta es una problemática estrechamente ligada a la vida en las familias, y es que si desde el hogar no hay límites, normas, jerarquías y fronteras claras además de valores establecidos y si a esto se suman situaciones de violencia, cualquiera fuera esta (física, verbal o psicológica), los hijos crecen y aprenden a vivir en escenarios violentos o a llevar el mundo como sea.

Respecto al acoso escolar se debe saber que más que la acción en sí, lo fundamental son los efectos que produce.

Como padre debe estar atento a:

Â? Cambios en el comportamiento y humor de su hijo.

� Pesadillas, cambios en el sueño y/o en el apetito.

Â? Tristeza, llanto o irritabilidad.

� Somatiza dolor de cabeza, estómago, vómitos.

Â? Pierde objetos escolares o personales frecuentemente.

Â? Llega a casa con la ropa rota.

� Aparece con golpes, moretes o rasguños y dice que se cayó.

� No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.

Â? No quiere ir a excursiones o paseos con el colegio.

Â? Se niega o protesta para ir al colegio.

Profesores y personal

del colegio deben estar atentos a:

� La relación entre alumnos en pasillos, patios o durante el recreo. Por lo general los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.

� En los baños o paredes se pintan insultos contra alguien.

� Al ver a un estudiante que siempre esté solo y aislado.

Â? Darle importancia a las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos.

� Estar atentos hacia alumnos diferentes, ya sea por su forma de ser o aspecto físico.

Â? Se queja de forma insistente de ser insultado o burlado.

Â? Desaparecen sus objetos

o material escolar con

frecuencia.

� Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo como tristeza o aislamiento o se muestra poco comunicativo.

� Escasas o nulas relaciones con los compañeros/as.

� Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación como moretones, rasguños, ropa rasgada.

� Quejas somáticas como dolores de cabeza, estómago, etc.

Es importante que todos los estamentos de la comunidad educativa, la triada educativa, Padres-Profesores y Alumnos, tomen acciones en contra de la violencia escolar y que se mantengan diálogos cercanos, escucha activa y abierta con los chicos sobre el bullying y sus consecuencias.

EL CIBERBULLYING

Si bien la tecnología nos permite ser parte de un mundo global y de tener acceso a muchas cosas nuevas y hermosas, también tiene sus contras, sobre todo cuando de niños/as y adolescentes se trata. Se sabe que el fácil acceso a internet, a las redes sociales o telefonía móvil, puede significar hoy un gran problema, sobre todo cuando los padres no prestan atención a lo que sus hijos ven y pueden hacer con la tecnología a su alcance. Entonces es así que el ciberbullying se ha convertido en una herramienta más para ejercer el acoso y la violencia escolar entre pares.

Hoy en día se cuelgan en la red peleas humillantes, imágenes o fotos a veces montadas, o se crea un espacio en Internet a nombre del acosado donde se cuentan (tejen) historias, íntimas y vergonzosas.

Por ello, es fundamental orientar a los hijos en el uso de la tecnología y mantener un diálogo fluido con ellos sobre el bullying y el ciberbullying. No estaría de más preguntar si conoce algún caso. Los padres beben estar atentos y no mostrarse alarmados.

INDIFERENCIA,

EL PEOR ENEMIGO

Los profesores deberían notar la presencia del acoso escolar en sus aulas; sin embargo, algunos aún cuando se dan cuenta suelen restarle importancia al tema y se mantienen indiferentes.

En el tema del acoso escolar se debe entender que el agresor, pese a que él mismo puede ser víctima en su casa, tiene un tipo de liderazgo, aunque malo, pero que le permite dominar a buena parte del curso o a veces inclusive a todos. Es ahí, donde podemos identificar a la triada que necesita el bullying para manifestarse (Agresor, Victima y Espectadores) los niños agresores, son niños que llevan la crueldad a su máxima expresión. Son niños que nos están mostrando un síntoma, y que si no los sabemos contener, podemos otorgarnos un cero como sociedad, se debe trabajar con ellos, no expulsarlos, menos encarcelarlos; las víctimas, necesitan un trabajo en resiliencia y resolución de conflictos, y el último e importante vértice trabajar con los mirones o espectadores, influir en los testigos, si se consigue que no participen en el acoso, hará que el acosador cambie de actitud. El objetivo es concienciar de lo importante de las acciones del grupo y empatizar, defender y apoyar a la víctima, este trabajo de contención es el inicio de un trabajo serio, donde la población vulnerable, los niños, niñas y adolescentes, pueden ser recuperados, y lograr ambientes educativos en paz.

Es imprescindible trabajar en la prevención desde ciclos iniciales. Se debe internalizar un no definitivo a la violencia, claro que lo ideal sería que esto venga del hogar pero lamentablemente, en muchos casos más bien se origina en ese entorno.

Los colegios deben tener políticas, normas y sanciones claras contra el bullying, de no tener el equipo de apoyo (psicólogos, psicopedagogos, trabajadores sociales) especializados, abrir las puertas a los equipos de profesionales que mediante talleres podemos otorgar una batería de dispositivos para abordar la problemática y trabajarla desde varias aristas y lo más importante el cómo abordarla.

Entendamos que la violencia ha estado presente desde siempre en colegios; sólo que en las últimas décadas es más violenta y tiene otras formas. Debemos además poder diferenciar el bullying del común conflicto escolar; los colegios y escuelas debieran estar obligados a implementar medidas para prevenir, abordar y resolver los casos de bullying, y de manera colectiva y participativa con toda la comunidad educativa. La pregunta, ¿cuántos colegios de nuestra capital, cuentan con un equipo, un equipo de psicólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos, para tener eficientes y efectivos acercamientos con las familias y los estudiantes?

Los adultos somos los responsables de lo que pasa en los colegios o escuelas, es lo que nosotros les enseñamos y damos. ¿Por qué intentamos poner sobre las espaldas de los niños y adolescentes toda la responsabilidad de su agresividad? ¿Por qué no hacer cosas, en prevención, en información y sensibilización con toda la sociedad, con padres, madres, profesores, profesionales y estudiantes con acciones más asertivas, con sensibilidad y lógica?

Cuando escucho que como una forma de prevención del bullying inician la campaña de socialización de la Ley 548, Código Niño, Niña y Adolescente por los establecimientos, es imposible que mi mente no recuerde que las leyes por sí solas no sirven, no cambian actitudes ni conductas, ahí tenemos la Ley 348 sobre el feminicidio, ¿ha cambiado algo? ¿Han dejado de matar mujeres? No, entonces, entendamos que algo más allá de las leyes no está funcionando� por ley, lastimosamente, no se deja de pelear, por ley, dolorosamente, no se deja de matar; busquemos políticas públicas desde la asertiva malla curricular para que el trabajo de No tolerancia a la violencia sea una materia tan transversal que podamos incluso llegar a esos hogares, donde aún no han entendido que la letra no entra con sangre.

P.D. El bullying es una problemática que concierne solo dentro el centro educativo, dentro las aulas y con los pares; naturalizarlo es pensar que fuera del colegio, en las oficinas, en el trabajo, en las universidades no hay bullying, ¡no es así!�

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