Sábado 23 de abril de 2016
ver hoy
Cuando quise abrir mis manos
tomé las de nadie
forcé los caminos
de un mundo cobarde.
Cuando quise abrir los ojos
caminaban los hombres audaces
con los pies del alma heridos y cojos
quienes brillaban radiantes
cual estrellas fugaces.
Cuando quise oír al mundo
unidos en cantos sonoros
su rostro es blanco, su alma de luto
sus risas se juntan con llantos en coro.
Cuando quise respirar fragancias de paz
pólvora de sangre bañaba mis pulmones
intenso el sufrimiento de gente cualquiera
se escuchan uno a uno los cañones.
Cuando quise acariciar a niños inocentes
unos pasos asesinos
corrían su destino
y los pobres ancianos prepotentes
disparaban cual al aire enfurecidos.
Cuando las tierras tiñan su manto
cuando invada el arrepentimiento avergonzado
empezarán otra vez secando su llanto
por no poder reparar el pasado.