En pasados dÃas, se vio en televisión chilena a un comediante que en tono burlesco, se referÃa a Bolivia y su presidente, como si nuestra máxima autoridad o nosotros los bolivianos en general, no tuviéramos otra cosa que hacer que molestar a los chilenos, este obscuro bufón decÃa: "¿Evo no tienes otra cosita que hacer?, aunque sea una playa de estacionamiento po", provocando la general y estridente hilaridad, de los panelistas y público presente en el programa televisivo donde éste se presentó.
De muestra basta un botón dice el refrán, y si de muestras se trata, ésta no es más que la muestra de la soberbia, menosprecio y crueldad con que la sociedad chilena sigue tratando a su par boliviana, pues cuando ese bufón hizo alusión a una playa, fue cuando más fuertes se escucharon las risotadas de los presentes, hombres y mujeres. Es que para esa gente, es de lo más normal usurpar, dejar enclaustrada a su hermana y encima seguir robándole sus otros recursos como el agua de los manantiales del Silala, no cabe en su imaginario colectivo actuar con nobleza, al menos ahora con la hermana agredida en el pasado.
Leer más
En otra parte, el citado comediante decÃa "porque te ocupas del Silala, si es un cagaa de rÃo", habrÃa que recordarles a los chilenos, que primero el Silala no es un rÃo y segundo que gracias a esa "cagaa" como ellos lo llaman, todo el norte de ese paÃs que no son más que territorios bolivianos y peruanos robados, puede vivir y su principal industria como es la del cobre, también en territorio boliviano usurpado, es la que gracias a esas aguas bolivianas robadas también, puede seguir generando riqueza para Chile, que de lo contrario se verÃa seriamente afectada en sus grandes actividades mineras.
Han transcurrido 137 años del asalto chileno al Litoral boliviano, y parece que fuera ayer, al ver y escuchar semejantes barrabasadas festejadas y toleradas por las autoridades chilenas y disfrutadas por su sociedad en general; de una vez por todas el ladrón de 1879, debe dejar atrás esa mentalidad de superioridad y reconocer que ha cometido la mayor infamia que se haya podido cometer contra una nación vecina y hermana en toda la historia universal, pues no se trata de un robo cualquiera, no existe un solo ejemplo en la historia de la humanidad donde un pueblo haya encerrado entre sus montañas a otro y encima siga robándole sus recursos.
Existen casos como los de Austria que quedó mediterránea al desaparecer el otrora imperio Austro-Húngaro, pero jamás se vio que una nación robe y asalte ciudades y puertos indefensos y se quede por la fuerza con ellos, pretendiendo además aprisionar para siempre a su vÃctima, convirtiéndola en nación enclaustrada, en la mártir encadenada y oprimida por su injusto verdugo. Sin embargo a mis compatriotas les digo que el tiempo del lamento ha pasado, que los usurpadores sigan riéndose mientras puedan, que nosotros silenciosamente seguiremos trabajando para revertir esta tremenda injusticia cometida en otro tiempo contra nuestra santa madre Bolivia, todos los bolivianos de la generación presente, nacimos con esta carga de adversidad, pero también con la responsabilidad de vencer esa gran injusticia y que entiendan bien los chilenos, los bolivianos de este siglo XXI, no somos como los del pasado, que dejaban hacer y dejaban pasar, ahora nosotros estamos aquà para hacer respetar a nuestra noble y sufrida madre común, aún a costa de nuestras propias vidas, aquà está Bolivia, fuerte en su derecho, grande por su infortunio, jamás se rendirá en su búsqueda de justicia. Las burlas y risotadas del usurpador no hacen más que reafirmar la resolución suprema, el juramento sagrado que ha hecho el pueblo boliviano de volver a su mar y de proteger su patrimonio a toda costa.
(*) El autor es abogado