Salvaguardar el sistema productivo

Estamos frente a un fenómeno económico que por una parte favorece la capacidad de ahorro de una parte de la población, manteniendo invariable la cotización del dólar, pero por otra genera una desmedida competencia con la industria y el comercio nacional, debido al ingreso ilimitado de variedad de productos procedentes de países vecinos en los que se han aplicado devaluaciones monetarias.

Días atrás el líder de un partido de oposición sugirió al Gobierno la necesidad de aplicar minidevaluaciones de nuestra moneda como una forma de enfrentar la crisis económica e institucional que (afecta) se siente en el país y que pone en riesgo buena parte del sistema productivo

El político economista justificó su planteamiento, argumentando que los países vecinos siguen depreciando sus monedas lo que produce un daño muy grave a la industria nacional, que ha disminuido sustancialmente su producción y venta de varios productos, ya que los mercados del país están saturados con productos que son introducidos legalmente en unos casos y vía contrabando de forma masiva.

La sugerencia no ha sido bien recibida en el nivel gubernamental, desde el cual se ha respondido señalando enfáticamente que no habrá devaluación de la moneda porque tal medida "generaría un fuerte impacto económico en la capacidad de ahorro y de adquisición de la población boliviana". El titular de Economía recordó que "la actual política aplicada por este gobierno, permitió profundizar la bolivianización con el uso de nuestra moneda en depósitos, créditos y todo tipo de transacciones financieras, pero particularmente se devolvió seguridad a la población en el valor de nuestra moneda, que es la más fuerte en la región.

Se hizo una comparación con lo que sucede en países vecinos y otros del área sudamericana en los que se vive "una guerra de devaluaciones", hecho vinculado directamente con índices de inflación que alteran la economía de las familias que de un día para otro compran alimentos e insumos con elevación de precios, ese fenómeno de inseguridad no se produce en Bolivia, se explicó.

El ministro de Planificación del Desarrollo de nuestro país, aseguró que no es el momento de pensar en ninguna devaluación, cuando existe un proceso de seguridad de la economía nacional, que es considerada como factor de garantía frente a la crisis internacional.

Sin embargo, lo que se plantea entre la sugerencia de minidevaluaciones y la posición de no acudir a ese proceso por parte del Gobierno, los productores nacionales a través de sus instituciones empresariales, enfatizan en su pedido de aplicar medidas de salvaguarda de la industria y el comercio nacional, disponiendo como una forma de frenar la competencia externa, la elevación de ciertos aranceles en las importaciones de productos que compiten con los nuestros, el caso de alimentos, incluso de primera necesidad, además de frutas, bebidas y otros que son parte de la producción nacional.

Las autoridades del Gobierno nacional coinciden con los empresarios en el hecho de facilitar la exportación de productos bolivianos, asegurando nuevos mercados externos y trabajando internamente para garantizar inversiones y ampliar los sistemas de producción que a su vez generen más fuentes de empleo. Si no se contrarresta la competencia externa con minidevaluaciones, lo mínimo que debe hacerse es defender con medidas apropiadas el sistema productivo boliviano.

Fuente: LA PATRIA