La Defensa como fundamento y no como concepto

La guerra desatada por Sendero Luminoso y el MRTA en el Perú durante la década de los 80 y principios de los 90 no tuvo parangón en Latinoamérica. En realidad todas las aventuras subversivas y revolucionarias en Sudamérica, de facciones izquierdistas armadas hasta verdaderos ejércitos levantados contra el poder establecido no tuvieron éxito, puesto que por lo general tuvieron que enfrentarse a gobiernos militares que contaban con todo el poder en sus manos una vez que este los enfrentaba, el resultado era una absoluta "Guerra Sucia" y el punto final era la aniquilación total de la agrupación alzada en armas, y aunque en una "guerra" es casi imposible encontrar y respetar reglas (a veces son tan sólo aquellas de honor las que perduran), en este tipo de contiendas de baja intensidad, se trata de violar la mayor cantidad de Leyes, reglas y códigos habidos y por haber.

Sin embargo, los dos países que fueron la excepción a la regla en este continente, fueron Colombia y el Perú. El primero porque sus huestes rebeldes, buscaron siempre más el rédito económico que la franca toma del poder. Primero, encontraron el negocio, generando feudos militarizados y creando supra mini estados, extorsionando a cuanto empresario, comerciante o ganadero usara "su" territorio y cobrando impuestos arbitrarios, hallaron en la tierra del café y las esmeraldas una nueva forma de vida. Luego el narcotráfico le dio una nueva razón a su existencia, ya sea involucrándose directamente o protegiendo a los carteles del tráfico, que su modus vivendi le dio réditos suficientes para subsistir por décadas y doblegar en un sinnúmero de veces al estado Colombiano.

Afortunadamente, por lo menos las FARC, parece que van con rumbo a la disolución absoluta ahora que se hallan en charlas de paz para finalizar por completo este triste episodio en la vida de este hermoso país, aunque quedarán otras facciones por ahí distribuidas y aún empecinadas en seguir viviendo de la extorción, el tráfico, el secuestro y cuanto delito les permita cometer su fuerza militar.

El otro caso donde se derrotó a las fuerzas guerrilleras pero luego de períodos tremendamente largos y con consecuencias terribles para el estado y su población es el Perú. Tanto Sendero Luminoso como el MRTA, le han creado al país del ceviche, el pisco y el vals de requinto, un desastre del que hasta la fecha no termina de recuperarse.

Y es que ambos, uno en el sur, por la región de Ayacuho, y el otro (el MRTA) en la región norte cerca al Amazonas peruano, supieron cómo golpear en dos frentes, lo que dificultó mucho el enfrentarlos correctamente.

Ambos iniciaron sus acciones en el área rural, chocando al campesinado, doblegando poblaciones y reclutando gente pobre, ignorante y oprimida en sus huestes. Y por el otro lado, (la más acertada de sus acciones), incrustándose en el área urbana, logrando por un lado infiltrarse en los poderes del Estado y por el otro, generando, con acciones terroristas terribles, socavar el alma y la moral de la ciudadanía, al punto que se llegó a pensar que Abimael Guzmán podía realmente hacerse del poder a mediados de la década de los 90.

Afortunadamente para el país del Rimac, una agrupación del Ejército, tras una tarea de inteligencia encomiable, logró detener al "Presidente Gonzalo" y la Plana Mayor de SL, lo que significó el principio del fin para esta agrupación. Y por su lado el MRTA se suicidó cuando encabezados por Néstor Cerpa hicieron una toma de rehenes que luego de 126 días, logró que una Fuerza Comando ingresara a los predios, y liberase a todos los cautivos no sin antes aniquilar a todos los que propiciaron la toma finalizando también de esta forma, la historia de esta agrupación guerrillera.

Pero en el interinato fue donde ocurrieron verdaderas catástrofes para la población civil a manos tanto de Sendero Luminoso como con el Ejército del Perú, y me voy a referir específicamente a dos, para poder centrar mis conclusiones en la última.

En su afán de conseguir adeptos e ir sometiendo a las poblaciones que formaban parte del territorio ocupado o controlado por la huestes de SL, cometían verdaderos abusos, reclutando hombres y mujeres a la fuerza, muchas veces a infantes puesto que era más fácil adoctrinarlos, robándoles sus pocas pertenencias (entiéndase que eran áreas realmente pobres, casi miserables), y cobrando tributos además de obligarles a asistir a jornadas de adoctrinamiento y otras actividades, la población llegó a cansarse y generó la creación de grupos de autodefensa, uno de los cuales en la población de Lucanamarca el 3 de abril de 1983, lincharon a un líder de los subversores. La respuesta no se hizo esperar, los delincuentes atacaron a la población con toda su ira y dejaron a su paso una masacre de 86 personas entre hombres, mujeres y niños, a quienes asesinaron de formas atroces para dar una lección imborrable como la calificó su líder años después.

El Ejército por su parte no se quedó corto, y en otro acontecimiento igual o peor, el 14 de agosto de 1985 en Accomarca, un pelotón de soldados con el Subteniente Ricardo Hurtado y del Teniente Juan Rivera Rondón a la cabeza, masacraron a 74 personas acusadas de brindar colaboración a los guerrilleros, también de todas las edades y géneros, pero además con delitos terribles como la violación de mujeres y la tortura de mayores y niños, además haciendo desaparecer a todo y cuanto testigo posible pudiera existir.

Como este último hecho, muchas veces el Estado, que es quien se supone debe cubrir y proteger a todos los ciudadanos nacidos y en tránsito que se acojan a su Ley, abusa, viola sus derechos y a veces hasta los mata. Amparado en el uso y abuso de la fuerza y hasta el acopamiento de los poderes democráticamente establecidos, logra despedazar todos los derechos posibles que pueda y los ciudadanos no tienen dónde acudir, ni modo de quejarse o apersonarse a la misma fuerza o poder que lo está sometiendo.

Por ello de la existencia del "Defensor del Pueblo", un ente autárquico, creado para amparar a la población civil del Estado y no como muchos piensan para defender al pobre Estado de la oposición política, o de los ciudadanos que en su atrevimiento pueden llegar a observar las anomalías, faltas, delitos y hasta crímenes del Gobierno amparado en su condición de Estado.

Por ello es que la elección del nuevo Defensor es tan importante, por eso es que la ciudadanía en general debería interesarse y no permitir que la mayoría parlamentaria elija a quien pueda solamente socapar la permanente violación de los derechos ciudadanos.

Ojalá que el elegido(a) se dé cuenta de la magnitud de su responsabilidad y esté a la altura de lo encomendado.

(*) Paceño, stronguista y liberal