A raÃz de la filtración de "los papeles de Panamá" muchos gobiernos anunciaron investigaciones mientras la oposición pide explicaciones en paÃses como Argentina ya que su presidente Mauricio Macri aparece involucrado en sociedades "off shore". El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, reveló unos 11,5 millones de documentos que cubren más de 40 años de actividad del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraÃsos fiscales, y afecta miles de ciudadanos incluidos más de 140 polÃticos.
Con la propuesta de regulación británica para remover el secreto bancario en sus territorios offshore, Panamá permanece como el centro financiero más seguro. Allà es habitual trabajar con sociedades offshore, firmas constituidas y registradas en un paÃs diferente del que operan, que no son ilegales, pero suelen ocultar patrimonio y dinero para escapar de la voracidad fiscal de los gobiernos. Gracias Panamá por ello.
Desde Bruselas, la Comisión Europea recalcó que es "muy activa" en la lucha contra la evasión y recordó que los bancos europeos deben facilitar "un amplio rango de información sobre operaciones fiscales en el mundo". Es decir, obliga a las entidades financieras a delatar a sus clientes. Los gobiernos reaccionaron "indignados" frente a posibles casos de evasión fiscal, siendo, quizás, la actitud más radical -rayana con el nazismo por su intolerancia- la de la diputada argentina cercana al oficialismo, Margarita Stolbizer, que presentó un proyecto para que se prohÃban todas las transferencias hacia paraÃsos fiscales.
A ver. Más allá de la corrupción que debe solucionarse en su raÃz, en su paÃs de origen, lo cierto es que los "paraÃsos" fiscales son eso, paraÃsos. En el mercado la gente coopera voluntariamente intercambiando productos y ganando todos. El panadero por caso, vende el pan que le sobra y compra aquello que le conviene, por ejemplo, un camioncito para aumentar su reparto y ganar más dinero, servir mejor a sus clientes y darle trabajo a un chofer.
Pero entonces aparece el Estado, el "gobierno" cuya autoridad se basa en el monopolio de la violencia, dicho sin eufemismos, en la violencia. E impone impuestos, fuerza a las personas a pagar por aquello que no les conviene, con ese dinero, entre otras cosas, crea guerras y cárceles para aquellos que no cumplen su "ley", los "ilegales". Mientras demagógicamente dice que su fin es dar justicia y ayudar a las personas.
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