Nuestra delicada dependencia

Las cosas se presentan en la actualidad con muchos altibajos que afectan la hasta hace poco "economía de bonanza nacional", hablando del tiempo en que gozamos en función país de importantes ingresos por la exportación de nuestras materias primas, especialmente el caso del gas, los minerales y agregaríamos algunos productos del rubro agroindustrial, estos últimos en cierto índice porcentual, que también cayó luego por los cambios económicos en países vecinos.

Si hay algo positivo de rescatar del tiempo de las vacas gordas, es que nuestras "reservas internacionales", crecieron de tal manera que como dicen los expertos se convirtieron en un mullido colchón financiero que a la caída de los precios internacionales, han empezado a utilizarse para salvar algunas contingencias, unas más alarmantes que otras en materia de producción y rentabilidad.

Hay que hablar de imprevisiones, salvando el tema de las reservas, puesto que en ningún rubro productivo del sector estatal e inclusive en parte del lado empresarial se tomaron algunos recaudos para generar un "ahorro de contingencia" para utilizarlo en periodos de vacas flacas.

Un ejemplo muy claro es el de la minería, con varios ministros y ejecutivos de la Comibol que no se les ocurrió guardar cierta cantidad de fondos para prever los problemas que siendo parte de los "ciclos de precios", hubieran permitido sortear en la actualidad las fuertes limitaciones que casi paralizan las actividades de una parte del sector minero - metalúrgico estatal. Otro tanto aunque con menos incidencia se observa en el sector agroindustrial que también debe batirse frente a una competencia desigual generada con el cambio monetario de algunos países vecinos que saturan nuestros mercados con sus productos más baratos.

Como no podía ser de otra manera y ante el aliciente de las apreciaciones y comentarios de ejecutivos de las organizaciones internacionales de crédito, Bolivia seguiría manteniéndose en un interesante nivel de crecimiento, más lento, es cierto, pero todavía sobre índices de países vecinos en los que han tenido que tomarse medidas de emergencia para nivelar sus operaciones financieras que mueven esos sistemas, en muchos casos más desarrollados que los nuestros pero también dependientes de sus volúmenes productivos, que dicho sea de paso tuvieron que descender presionados por la competencia internacional extra regional.

El gobierno anunció fuertes inversiones para encarar proyectos de desarrollo lo que obligará a elevar sustancialmente la inversión pública, de modo que no se paralice en ningún caso el sistema productivo general. En el caso de la estatal petrolera, también hay limitaciones, pero se están superando algunos escollos con planes agresivos de exploración para garantizar los compromisos de exportación de gas e incrementar en lo posible nuestras ventas, asegurando además la provisión que demanda el consumo interno.

Tratándose de un periodo coyuntural hay quienes sugieren que junto a los planes de inversión, se ejecuten programas especiales de ahorro interno, especialmente con supresión de gastos suntuarios, que pueden afectar la economía en general. Se trata de que se cuide lo que tenemos en beneficio de todos los bolivianos.

Fuente: LA PATRIA