Lunes 04 de abril de 2016
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Editorial y opiniones
El MAS siembra el camino a la discordia nacional
04 abr 2016
Adhemar Ávalos Ortiz
El referendo del 21 de febrero último representó un hito crucial en la historia democrática de Bolivia, un momento político que mostró diáfanamente la lucidez de gran parte del electorado urbano y una parte pequeña pero importante del electorado rural, haciendo posible el rechazo a las intenciones non sanctas del prorroguismo masista. Triunfó el No a la modificación de la Constitución en su Art. 168. Y el propio Presidente del Estado Plurinacional había afirmado antes del evento que respetaría los resultados aunque sean contrarios a sus propias intenciones de postularse nuevamente, junto con el actual vicepresidente, a un nuevo periodo de gobierno el año 2019.
Sin embargo, haciendo ver su memoria frágil, los masistas hablan ahora de que "se perdió una batalla y no la guerra" y de que harán todo lo necesario para viabilizar una nueva postulación de los actuales presidente y vicepresidente, pretendiendo la convocatoria de un nuevo referendo por la vía de la iniciativa popular, permitida por la Constitución en vigencia (Art. 411.II). Es evidente que estos señores, diestros manipuladores de los movimientos sociales, los que carecen de autonomía de pensamiento y acción, no aprenden de la historia y contra viento y marea intentan forzar los hechos a su propio gusto y velando por sus intereses espurios. Bolivia, en realidad, no les interesa mucho y su supuesto amor a la Patria suena a falso. Y con este objetivo intentan utilizar de manera oportunista el proceso de La Haya sobre la reivindicación marítima y presentar otro proceso en la misma instancia por el uso ilegal por parte de Chile de las aguas del Silala.
