Lunes 04 de abril de 2016
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Como emergencia del resultado en el referéndum de febrero pasado surgió una idea en el Ejecutivo, investigar dónde estuvo la falla en la falta de votos para que gane el Sí, sin tomar en cuenta que de cualquier modo se trató de una decisión soberana del "soberano", valga la redundancia, pero como no se quiere entender ese extremo no faltaron voces al interior del partido gobernante para que se busque culpables y la flecha apuntó a los empleados públicos, primero los que cumplen tareas en ministerios y luego seguramente de otros sectores.
Ya existió una advertencia concreta al indicarse que se "tomarán medidas" con los funcionarios "desleales" que fueron favorecidos con "pegas" políticas y que por lo mismo debieron responder a ese favoritismo partidario. Lo grave de este asunto es que nadie sabe cómo se identificará a los desleales, sabiendo que el "voto es secreto" y nadie confesará en una supuesta deslealtad, lo que sí vale es que algunos funcionarios se mostraron abiertamente contrarios al Sí y ahora estarán de la lista de los "relocalizados".
Fuente: LA PATRIA
