Sábado 02 de abril de 2016
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Los mercados de todas las ciudades del paÃs están saturados de mercaderÃa china de diversa utilidad y al mismo tiempo está presente la denominada "prenderÃa usada", que igualmente compite en abierta desigualdad de condiciones con la producción nacional, especialmente en los rubros de textiles, zapatos y prendas deportivas.
Existen algunas limitaciones para la importación de ropa usada, pero los comerciantes de ese material se dan modos para introducir centenares de fardos por la vÃa del contrabando para lo que parece no existen lÃmites, pues pese a frecuentes y cuantiosos decomisos el negocio sigue a flote y miles de personas comercializan esas prendas de manera abierta, ya no solo en puestos callejeros sino en tiendas organizadas hasta por especialidades, estos negocios funcionan con autorizaciones municipales.
Frente al azote que representa esa desmedida competencia, en el último trimestre del año pasado miles de pequeños productores de prendas hechas en el paÃs se han visto obligados a cerrar sus operaciones, dejando como secuela un alto Ãndice de desocupados y una disminución en los ingresos tributarios.
Fuente: LA PATRIA
