Priorizar obras de desarrollo colectivo

Naturalmente que los orureños quieren que la ciudad no siga creciendo desordenadamente y que modernice su estructura urbanística para mejorar las condiciones de habitabilidad en un contexto actual verdaderamente caótico.

La población, desea mayor orden en las calles, la eliminación de la figura negativa de un "mercado persa", el ordenamiento del comercio informal y su ubicación en centros de abasto cerrados y debidamente organizados. Calles en las que aceras y calzadas sean debidamente utilizadas, por peatones, en un caso y por vehículos en el otro, pero, en condiciones de seguridad y comodidad.

Mucho se habló de la construcción del Mercado Central, existen los predios apropiados para ese proyecto que solucionaría en gran parte el desorden del comercio callejero, pero falta voluntad en la autoridad competente para encarar esa obra de gran impacto social.

Hay otras condiciones negativas que deben solucionarse, por ejemplo la abierta contaminación en gran extensión de la ciudad con un canal pestilente que debe ser embovedado cuanto antes, lo que además permitiría conectar varias arterias ahora divididas en el sector Este, por contaminante canal, que debería ser una moderna avenida que descongestione la circulación de motorizados el canal Tagarete ya debería ser cubierto.

Pero además no debe descuidarse la atención en los grandes proyectos de desarrollo departamental como el Puerto Seco y el Parque Industrial, la implementación de estas dos obras, debería ser la máxima preocupación de autoridades y de la entidad cívica, ponderando que la Brigada Parlamentaria comprometió trabajar en la consolidación de los mismos. Por lo visto esas acciones deben ser coordinadas para ejercer una férrea defensa de los intereses orureños.

Algo que debe tomarse en cuenta es que los proyectos que necesita Oruro deben ser esbozados apuntando a solucionar problemas que permitan a los vecinos de manera general, mejorar sus condiciones de vida, eso implica una tarea de mucha responsabilidad en las autoridades, cuando se quieran tomar decisiones en las que por supuesto se destinarán gastos utilizando dinero del pueblo, que no puede malgastarse en obras suntuarias y de utilidad sectorial, lo ideal es atender las necesidades imperiosas de la comunidad que evidentemente quiere más orden, más seguridad y garantías para su cotidiano desempeño.

Para alcanzar objetivos prácticos, hay que reformular proyectos cumpliendo por supuesto con los detalles importantes que son exigibles, si se trata de fuertes inversiones. Algo que no debe obviarse es la "justificación social y la necesidad pública" de encarar algunos proyectos, considerando que los fondos públicos deben ser celosamente custodiados, para que no se dilapiden en satisfacer ideas de "exitismo político" dejando de lado, la satisfacción del deber cumplido en beneficio colectivo.

Es tiempo de recuperar en Oruro el sentido de unidad para exigir lo que le corresponde al pueblo y no permitir que los pocos recursos de que se disponen sean distraídos en obras "monumentales" de utilidad parcial. Recapacitar y replantear proyectos de máxima utilidad, debe ser tarea inmediata de autoridades y algunos dirigentes institucionales.

Fuente: LA PATRIA