En duda crecimiento del PIB

Este año por las actuales condiciones del movimiento económico nacional y en relación directa a la economía mundial, además de la sostenida baja en el precio internacional de nuestras materias primas, es posible que no se alcance el crecimiento deseado del 5 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), por lo menos esa es una previsión real y una oportuna observación ministerial.

Eso significa además que, también está en duda el pago del segundo aguinaldo, que hasta la gestión pasada se cancelaba obligatoriamente si el registro del PIB sobrepasa el 4,5% o más de crecimiento regular, lo que no sucederá este año debido a las restricciones vigentes y las limitaciones presupuestarias, tanto en el sistema de la administración estatal y con más razón en el sector privado.

Se prevén algunos cambios en materia climatológica, la presencia del fenómeno del Niño puede tener fuerte incidencia de los gastos de algunas regiones, inclusive puede llegar a forzar el uso de presupuesto extraordinario de emergencia para conjurar en unos casos problemas de la sequía y en otros de efecto contrario como las inundaciones. Se dice que el país está preparado para enfrentar tales circunstancias, pero las mismas incidirán en gastos adicionales a los programados.

Hay expectativas para que Bolivia se mantenga como una de las economías más fuertes de la región y con posibilidades de crecimiento en materia de inversiones productivas, para lo que se utilizarán fondos consignados en las reservas monetarias, especialmente para la compra de equipos que requieren empresas públicas estratégicas, el caso de YPFB o ENDE que no pueden alterar sus planes de operaciones.

En función a este tipo de programas que están definidos en materia de desarrollo, los recursos son dispuestos a través del ente emisor, el Banco Central (BCB), que también adopta previsiones ante una inevitable disminución de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que de momento bajarán en la proporción de mil millones dólares, lo que significa un 2,9 por ciento del PIB. Una contingencia que está dentro las previsiones del BCB, en la ejecución del programa fiscal financiero del presente año.

Como se observa, el crecimiento del PIB es el indicador que determina el movimiento de las finanzas internas y permite equilibrar la administración fiscal nacional, de manera que el buen uso de nuestros recursos eviten problemas en el desarrollo de varios proyectos, pero al mismo tiempo que se atiendan las necesidades creadas por efectos naturales que obligan a gastos extraordinarios.

Propiamente al finalizar el primer trimestre del año, hay planteamientos sociales en puerta, incluso con un plazo del organismo laboral la COB, para comenzar la negociación del próximo aumento salarial. Al respecto desde el Ejecutivo se ha señalado que es "prematuro" hablar del incremento salarial mientras no se conozcan algunos datos macroeconómicos definitivos, del sector monetario, la economía fiscal y otras variables que configuran la disponibilidad de recursos.

Lo único que se adelanta en materia de previsión es que "posiblemente" este año no se logre el porcentaje deseable mayor al 4,5 por ciento del PIB, lo que dejaría sin efecto el pago del doble aguinaldo.

Fuente: LA PATRIA