Loading...
Invitado


Domingo 27 de marzo de 2016

Portada Principal
Cultural El Duende

Homenaje al 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía

LETRAS ORUREÃ?AS

27 mar 2016

Letras orureñas, compilada por Carlos Condarco Santillán, Benjamín Chávez Camacho y Martín Zelaya Sánchez, con el auspicio de Fundación Cultural ZOFRO-2016, consigna poetas, narradores, ensayistas literarios y dramaturgos; no así historiadores ni autores de ciencias sociales. Está organizado en dos secciones: fichas bio-bibliográficas y antología mínima. En la primera se registran datos básicos, académicos y editoriales de 124 escritores, además de valoraciones, crítica a su trabajo y el detalle de su producción. La segunda incluye una muestra de 67 piezas o fragmentos -tanto en prosa como en verso- de la obra de algunos de los más destacados. Contacto para compra: 52 76816

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

3 [La sombra]

La sombra le rodea con sus brazos

De alabastro y sonriendo le pregunta:

-¿Por qué viniste a mí?

¿No te espanta

Mi extenuante ósculo de fuego?

A lo cual,

Sin turbarse,

Ã?l responde:

-Son la náusea inmensa, el hastío

Y el ansia de hallar un fugitivo

Arrebato que colme mi existencia,

Las alas que me traen a tu lado.

¿Y tú, por qué me acoges en tu seno?

-Eterna es mi sed

De amorosas caricias,

Pues mis labios insaciables -dice la sombra-

Arden inclusive

Cuando la nieve cae sobre ellos.

Y estas son las ascuas que encienden

Aquellas pasionales llamaradas

Cuyas lenguas quemantes a su turno,

Lavan semblantes,

Cuellos y espaldas.

�l besa simas húmedas, vergeles,

Madreperlas, orquídeas y dalias;

Ella posa sus labios -mariposa

Sobre flores exóticas,

Jardines flanqueados

De columnas marfileñas,

Heliotropos, acónitos y lirios�

El éxtasis, sostenido y elevado

De este modo a límites divinos,

A los que solo Leda y el Cisne

Pudieron alcanzar bajo el cielo

Zarco y belicoso de Esparta,

Se reproduce casi sin descanso;

Hasta que el amante

Aletargado por su mal que despierta,

Se adormece

Y comienza a soñar con la absurda

Resurrección de la carne.

Hugo Murillo Benich. Oruro, 1941

Cánticos impíos

Soledades

I

Nada mío queda en tu orilla.

cristal roto, agua desvanecida,

arena por siempre ida.

Rara rosa abandonada sin fragancia,

higuera estéril, fuente seca,

pero nube eternamente anclada en tu cielo.

II

Fuego, soy cacto solitario.

amo el sol que de día es calvario

y larga ausencia en noches de sudario.

III

Desde los cuatro rincones me miras y no estás

quedó una flor marchita llorando

entre cenizas donde un fénix surgirá.

Juan Siles Guevara. Oruro, 1937-1995

Camino hacia la ausencia

Tus ojos

Y tu mirada dormida

Parece, cuando me ves,

Que se abriera el cielo mismo

Para dar luz a mi ser.

Por eso, cuando te miro,

Toda mi alma se estremece

Y goza, como la Tierra

A la luz del astro rey.

Por eso en mis aflicciones

Solo busco tu mirada

Y empieza en mi oscura vida

A alumbrar la luz del alba.

No me dejes en la noche,

No me dejes alma mía,

Porque son tus negros ojos

El sol que alumbra mi vida

José Encinas Nieto. Oruro, 1888-1965

El Duende

Medioeval

Oh, las épocas viejas en que hubiese querido

hilvanar mis estrofas de ternura y dolor;

en que en noches de luna bajo un balcón florido

hubiese divagado soñando un tierno amor.

Con la capa embozada y el chambergo raído

y blandiendo la espada de la luna al claror,

o con la guzla erótica feliz y entretenido

hubiese sido amante, soldado y trovador.

Y tras un reto grave junto al pie de una reja

caballerescamente morir sin una queja

ostentando en el pecho clavado un espadín.

Pero cupo al destino que ese siglo pasara,

y que tarde y aislado como una sombra rara

vagase yo entre ruinas añorando su fin.

Federico Albarracín Vera. La Paz,, 1912-Oruro, 1938

Páginas sombrías

En el circo

Distinguido público:

el Tony está enfermo.

No podrá presentarse

quizá por mucho tiempo.

Como se pierde el sol

ha muerto su alegría,

y solo su tristeza

repite noche y día.

Esa cara pintada

que nos hacía reír,

parece un pajarillo

que acaba de morir.

El Tony no apetece

ni aplausos ni dinero

y quiere estar solito

como un zapato viejo.

Carlos Aróstegui Arce. Oruro, 1917-2004

Para tus amigos: