La sífilis

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Una de las infecciones más combativas es la sífilis, que llega a comprometer cualquier órgano o tejido del organismo. La treponema palidium, es la causante de la sífilis que se transmite vía sexual provocando diversas manifestaciones clínicas.

Es un germen totalmente frágil que llega a ser destruido por la acción del jabón y los anticonceptivos. Se lo considera demasiado sensible a la penicilina y muchos otros antibióticos.

Como dijimos, su contagio es por la vía sexual, estos microorganismos penetran a través de pequeñas lesiones en la piel. La zona más frágil del contagio corresponde a la parte genital tanto del hombre como de la mujer, también se puede afectar otros sectores del cuerpo.

La sífilis puede ser transmitida de la madre al feto durante el embarazo por la vía placentaria después de la décima semana de gestación produciendo la sífilis congénita. El periodo de gestación es de 10 a 90 días.

En cuanto a sus manifestaciones, se presentan las úlceras que tienen las características de una base firme y limpia de bordes ondulados. Se localiza en el área genital, perianal, orofaringe, lengua, labios, especialmente cuando se tiene sexo oral. A este tipo de úlceras se las llama también chancro duro, generalmente son indoloras.

Se recomienda siempre un examen de laboratorio que determine el diagnóstico exacto ya que las pruebas para la sífilis generalmente son reactivas después de una o dos semanas de la aparición de la lesión primaria. La reacción de laboratorio se denomina VDRL (Veneran Disease Research Laboratory).

Si se sospecha de tener esta enfermedad, en primera etapa, es debido a que la infección es ulcerativa y adenopatía no dolorosa, desde luego que su confirmación será mediante el laboratorio y luego cumplir con el tratamiento adecuado para evitar su reincidencia.

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