"El sentimiento general es de profunda tristeza pero también de esperanza"

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Tristeza y rabia, pero también esperanza. Ese es el ambiente que existe actualmente en la ciudad de Bruselas en Bélgica, según cuenta a LA PATRIA el boliviano Joel Camacho, quien reside cerca de la ciudad que un par de días atrás sufrió atentados terroristas que volvieron a estremecer a Europa y al mundo entero.

Joel Camacho, cochabambino pero querendón de la tierra del Pagador, pues cuando puede llegar al país baila en el Carnaval de Oruro; vive ya cinco años en Bélgica, en un pequeño pueblo llamado Lennik, en las afueras de Bruselas con su novia y relató a LA PATRIA, como está el ambiente en el país europeo que sufrió los ataques terroristas.

Todo esto ha generado un sentimiento general de profunda tristeza y rabia; pero aunque suene contradictorio, también ha conseguido sacar lo mejor de muchas personas, que se unen para emitir mensajes de paz de cara al mundo, demostrando que el terrorismo no los desestabilizará como sociedad.

"La gente se reunió desde ayer (martes) por la tarde en La Bourse (antiguo edificio de la bolsa de valores de Bruselas, uno de los lugares icónicos de la ciudad), para mostrar su rechazo a los atentados y llorar por las víctimas, pero también para dar un mensaje de deseo de paz y de amor por Bruselas y sus habitantes, con manifestaciones con flores, velas y mensajes de paz escritos en el lugar", relata.

Joel Camacho explica además, que Bruselas es una ciudad cosmopolita, donde viven personas de todas partes del mundo, donde se convive entre gente de distintas religiones, idiomas e ideologías políticas. Entre ellos por supuesto musulmanes, quienes, según el entrevistado, han dado muestras de repudio a los ataques.

Si bien la coyuntura está siendo aprovechada por grupos de extrema derecha, que apoyan políticas antinmigrantes, de acuerdo a la percepción de Camacho, la mayoría continúa siendo tolerante con las comunidades de extranjeros, pues comprenden que no se puede condenar a un grupo de personas por su origen, por culpa de los terroristas.

"Hay una gran comunidad árabe musulmana que vive y trabaja tranquila� Muchas de estas personas que han cometido los atentados tanto acá como en Paris, no son extranjeros. Son belgas de origen árabe, hijos de inmigrantes y que han nacido y crecido en Bélgica. Es difícil entender cómo personas que han crecido en este sistema que apoya la libertad en todo sentido se radicalicen. Esto ha intensificado acá el debate sobre cómo se ha fallado en la inclusión de ciertas comunidades a la sociedad belga", expresa.

NOVIA

Joel está triste como cualquier otro habitante belga, pero por unos instantes la preocupación lo tuvo nervioso, pues su novia trabaja en el aeropuerto donde explotaron las bombas.

"Mi novia, quien trabaja en el aeropuerto, estaba allá en el momento de las explosiones. No en la sala de check en donde explotaron las bombas, pero cerca. Yo estaba manejando camino al trabajo y recibí su llamada diciendo que habían habido explosiones y mientras me hablaba se escuchaba a la gente corriendo y gritando. Inmediatamente cambie de dirección hacia el aeropuerto, pero cuando me acercaba, ya todas las vías estaban cortadas por la policía", contó.

�l intentó llegar al aeropuerto nacional, que se ubica en un ciudad llamada Zaventem, en las afueras de Bruselas. No le fue posible por el dispositivo de seguridad, por lo que vivió momentos estresantes, en que mantuvo constante comunicación con su novia a través de mensajes telefónicos.

"Mi novia junto con sus colegas de trabajo se refugiaron en una oficina. Fueron momentos estresantes por no poder entrar yo, ni ella salir. Mantuvimos comunicación por teléfono y mensajes y me comentó que la policía había encontrado otra bomba sin detonar lo cual volvió más preocupante la situación. Gracias a Dios, una hora y media después la policía los evacuó y ella está bien a pesar de la impresión que sufrió", aseguró.

Tal como se reportó en diferentes agencias internacionales, Joel confirma a LA PATRIA que no existen ciudadanos bolivianos que hayan sido víctimas en el atentado, sin embargo la Embajada de Bolivia habilitó un número de emergencia y les solicitaron seguir las instructivas de las autoridades belgas.

Fuente: LA PATRIA