Domingo 20 de marzo de 2016
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Editorial y opiniones
RECUERDOS DEL PRESENTE
Con cargo a devolución
20 mar 2016
Humberto Vacaflor Ganam
Las plantas separadoras de Yacuiba y RÃo Grande, además de la planta de urea de Bulo Bulo, cuestan más de 3.000 millones de dólares, pero ocurre que no sirven. HabÃa que devolverlas a los vendedores.
Como lo dije en una anterior columna, Argentina ha observado que cuando la planta separadora de Yacuiba opera, cae mucho el valor calórico del gas que recibe. Y algún funcionario argentino llegó a decir que, en ese caso, el pago por el gas pobre tendrÃa que ser menor que el convenido en los contratos.
Incluso Francesco Zaratti ha observado esto en una columna en que incluye la planta de RÃo Grande en su análisis, además de los anuncios de la compra de plantas para licuar el gas natural y enviarlo a ciudades medianas y pequeñas.
La separadora de RÃo Grande, dijo un empresario petrolero boliviano, no deberÃa operar, porque su función es recuperar los lÃquidos que van en el gas bombeado a Brasil. Es decir, quitarlos del tubo por el que están yendo para poner esos lÃquidos en camiones cisterna. Un negocio de tontos, porque, como se sabe, Brasil paga en cuenta aparte por esos lÃquidos y paga muy bien, como lo demostró la señora Dilma Rouseff en 2014, cuando envió un cheque por 300 millones de dólares coincidiendo con la campaña de Evo Morales. Como quiera que haya sido ese negocio, es un precedente que se podrÃa alegar para pedir que los futuros gobiernos brasileños, incluso si no son del corrupto PT, paguen por los lÃquidos.