Lunes 19 de abril de 2010
ver hoy
El anuncio del reino fue prodigioso: Jesús convocaba al pueblo judío a aceptar el plan divino, y, especialmente, a aceptarlo a él como Hijo de Dios y Salvador; pero, a instancias de los escribas y maestros de aquel tiempo, las interpretaciones sobre el salvador que ellos esperaban, debería liberarlos, primero de sus opresores, que eran los romanos, y que, entre otras cosas debería alimentarlos permanentemente. La visión era sólo temporal y material.
Así, cuando Jesús los invitaba a ver más allá de los simples milagros, no parecía encontrar gente que lo entienda. Incluso, algunos de sus seguidores, lo abandonaron. Después de la multiplicación de los panes, por ejemplo, les hizo una confesión: “Les aseguro; me buscan, no porque han visto signos, sino porque comieron pan hasta saciarse”.
Y también les hizo una revelación y pedido: “Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.
-“Ellos le preguntaron: Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere? Respondió Jesús: La obra que Dios quiere es ésta: que crean en el que él ha enviado.
Fuente: LA PATRIA