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Domingo 13 de marzo de 2016

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Cultural El Duende

Hilda Mundy

13 mar 2016

Dos muestras de la creación literaria inserta en "Letras Orureñas. Autores y antología" 2016

VIII

¡Yo conocí a una persona de grandes ansiedades gastronómicas!

¡Poseía un estómago de 25 HP, un estómago fenomenal con voracidades de pulpo gigantesco!

¡Y la cabeza pensaba, el carácter se orientaba, el cuerpo obraba al influjo de esta bolsa cerosa y transformadora!

¡Cinco litros de kimo y cinco litros de kilo!

¡Un súper-hombre hambriento!

Miraba a la luna y se le antojaba compararla a una ostra gorda en estado de gravidez lista para servirse. A las estrellas y eran frituras a la chipolata. Al sol, y era un inmenso huevo de doble yema escalfado en el sartén del cielo.

Una vez miró a una mujer desnuda y se antojó de ella, no como mujer, sino como un potaje a la florentina.

¡Gran idea!

La mujer frita, condimentada, retostada, lista para comérsela con ensalada y papitas al hilo.

La mujer cocida con apariencia de pollo estirado de patas mutiladas.

Llevando para mayor atractivo un lechoncillo diminuto de 20 centímetros en la boca, dos lechugas en los cabritillos y un collar de rabanitos y zanahorias en la pechuga.

XVII

Un ocurrente decía que las mujeres metódicas que "cronometrizan" sus amores con el tirano reloj se equiparan a los frascos de farmacia despachados por formulas médicas, con la instrucción infaltable de una toma por hora, en la etiqueta al rodete engomado que reza: AGÍTESE ANTES DE USAR.

En sí, pícara e inquietante es la escena de la frase.

Tiene rodeos de una súper-ocurrencia.

La comparación por la vía metódica que exige del reloj: comprensible y pasable.

Pero aquello de "agítese antes de usar" tiene visos de un conglomerado metafórico de quíntuple sentido.

Si a una frágil criatura se la agitase atrozmente con ambas manos, cual si fuese un corriente botellón hasta el extremo de que el complejo contenido se haga espuma -¿qué sería de ella?

Semejaría ser víctima de una fuerte epilepsia y en tan lastimoso estado no llegaría ni a un pequeño límite atrayente.

Decidme ahora, si no es sugestiva la escena que se presencia en la frase.

Hilda Mundy (Laura Villanueva Rocabado). Oruro, 1912-La Paz, 1982.

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