Loading...
Invitado


Domingo 13 de marzo de 2016

Portada Principal
Revista Dominical

La Casa Dorada de Tarija:

Historia, arte y cultura unidos en un solo lugar

13 mar 2016

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Si usted viaja a Tarija, por supuesto que buscará visitar la Ruta del Vino, quizás le apetezca hacer un recorrido por San Lorenzo u otros lugares cercanos, pero si se queda en la ciudad capital no podrá dejar de visitar la Casa Dorada, un lugar en que se conjuncionan historia, arte y cultura.

Si bien es una vieja casona que perteneció a un próspero comerciante tarijeño, Moisés Navajas, que la mandó a construir en 1878, con materiales de la zona, pero recurriendo a los arquitectos italianos radicados en Suiza, Miguel y Antonio Camponovo, para su edificación y a los artistas José Strocco y Helvecio Camponovo, para su decoración.

Si bien se exhiben en aquella mansión objetos de gran valor, por los materiales de que están hechos y la antigüedad que revisten, el verdadero tesoro que posee la Casa Dorada es su arte, es decir, sus murales en paredes y plafones, que realmente fueron pintados con exquisitez, por lo que se constituyen en una hermosa ornamentación.

Los motivos artísticos están inspirados en la naturaleza, las figuras femeninas simbolizan la danza, la música, la abundancia y otros aspectos, por lo que se las ve en diferentes actitudes, y se repiten en las galerías que se encuentran en la planta baja y alta de la casa, además que presentan tendencias florales, lineales y geométricas, todo ello corresponde a lo que se conoce como Art Noveau.

El atractivo de esta casona convertida en museo, quizás, por lo menos en la humilde opinión de la autora de la nota, es que evoca un pasado próspero e invita a imaginar cómo fue la vida en la Tarija de finales del siglo XIX, pues al ser un pasaje semi desconocido, pues podemos acceder a él sólo a través de los pocos documentos que tenemos a disposición, sólo podemos sospechar que se trató de una época de esplendor, en la que los días parecían detenerse, pues entonces no existían medios de comunicación y transporte como los conocemos ahora.

Uno puede imaginarse que la vida de antaño casi se detenía, pues la urgencia y la rapidez con que vivimos en la actualidad, influenciados por la inmediatez de los medios de comunicación y de transporte, no existían. Si alguien se aventuraba a realizar un viaje, pasaba en los caminos durante días, semanas y a veces hasta meses para llegar a su destino, en cambio ahora nos toma nada más unas horas para cubrir los mismos tramos que se recorrían en los siglos pasados.

La mansión fue construida siguiendo los lineamientos de lo que se conoce como Art Noveau, cuya característica es la simetría, y cuenta con detalles minuciosamente planificados, además de una delicada y difícil ornamentación. La casa recién fue estrenada el 1 de enero de 1903, al fallecimiento de los propietarios, estos no dejaron herederos directos y los parientes sometieron los bienes de Navajas a largos litigios, lo que obligó a que las puertas de dicha edificación se mantuvieran cerradas, por lo tanto la misma fue expuesta al deterioro y al robo de algunos objetos de valor.

La Casa Dorada fue declarada de necesidad pública y adquirida por la Universidad "Juan Misael Saracho", asignada al funcionamiento de la Casa de la Cultura.

Por el esplendor que manifiesta esta mansión fue declarada Patrimonio Nacional por Ley de la República, lo que obliga a su preservación, restauración y cuidado.

Algunos ambientes de la casa fueron acondicionados para que acojan diferentes actividades culturales y otros se mantuvieron como repositorio, por lo que recibe miles de visitas al año.

Ejemplos de esto son el Auditorio, donde se encontraban dos habitaciones sencillas y libres de decoración, por lo que se cree que eran utilizadas como depósitos de mercadería. El muro que separaba ambos ambientes fue demolido cuando se encaraba la construcción de la terraza.

Otro de los sitios que se habilitaron para el arte, es uno que por su ubicación y características fue asignado para usarse como galería de arte y salón de exposiciones.

Además, es interesante saber que la casa guarda como reliquias varios pianos que pertenecieron a los señores Navajas, además que los estudiantes de música de la orquesta de la Universidad los utilizan en sus conciertos cuando ya van a egresar de la entidad educativa, por lo que los conservan en el mejor estado y los mantienen afinados. Cuando alguien visita la Casa Dorada, se le permitirá tocar alguno de los pianos solamente en caso de que se trate de una persona que conoce el instrumento, por lo contrario no se permite que los visitantes los toquen porque pueden desafinarlos.

Dentro de las habitaciones que hacen las veces de repositorio, se pueden encontrar algunas réplicas de la vestimenta de los propietarios de la casa, además de algunos objetos dejados por estos, lo que transporta al visitante a la época en que vivieron aquellos personajes.

También se muestran fotografías del señor Navajas y su esposa, además de otros parientes, de los lugares que fueron de su propiedad, como los jardines, hoy convertidos en el Parque Bolívar, de la Casa Azul, ésta última ahora con propietarios privados.

Se exhiben algunos muebles y escasa vajilla que quedó de aquellas épocas, objetos, casi todos, importados desde Europa, que se consideraba un lujo poseerlos.

No podía faltar la capilla privada de los señores Navajas, que además de estar decorada con murales que muestran motivos religiosos, se conservan en ese lugar las casullas (vestimenta de los sacerdotes) que usaban para oficiar misas, además del retablo ricamente ornamentado con pan de oro, que realza la talla en madera, realizada con excelencia.

Con eso concluye la visita a uno de los patrimonios que aún se conserva en una de las capitales más lindas de Bolivia, la chura Tarija.

Para tus amigos: