"Hemos empezado a superar la tragedia y a sacar nuestra energÃa positiva", confesó a Efe Budur al Arian, desplazada siria y directora del centro Mustaqbalna (Nuestro Futuro), que ofrece apoyo educativo y psicológico a los niños procedentes de Siria.
En esta ciudad, algunas zonas parecen verdaderos barrios damasquinos, con cafeterÃas, restaurantes y otros locales comerciales con nombres de poblaciones y de regiones sirias.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calcula en 127.000 el número de refugiados y demandantes de asilo de nacionalidad siria registrados en Egipto, lo que supone un 70 por ciento del total de las personas desplazadas en el paÃs.
La gran parte de los sirios entrevistados por Efe, como Al Arian, prefieren identificarse, en lugar de como refugiados, como "desplazados forzosos", aunque reconocen que su estatuto de refugiado o de demandantes de asilo les sirve para obtener el apoyo de las organizaciones internacionales.
Al Arian, cuyo centro educativo acoge a 300 estudiantes, explicó que entre los asuntos que más preocupan a las familias sirias es el futuro de sus niños, y cómo mantener un equilibrio entre su integración en la sociedad egipcia y la preservación de su identidad.
"Los alumnos de entre 4 y 10 años se encuentran en una situación difÃcil. Antes de entrar en el centro, se encaminaban hacia el mundo laboral, los chicos, y hacia el matrimonio infantil, las chicas", explicó Al Arian.
El centro, según explica, se financia únicamente gracias a las tasas "simbólicas" que pagan los estudiantes y a las donaciones ofrecidas por empresarios sirios.
La labor de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), consiste en registrar a los sirios que llegan a Egipto y en entregarles un documento que les permite obtener la residencia, explica a Efe su responsable de comunicación, Tarik Argaz
"Los refugiados más vulnerables registrados con Acnur en Egipto reciben diferentes ayudas mensuales o puntuales, que les ayudan a cubrir sus necesidades básicas", precisa.
Además, la Acnur ha desarrollado un programa de formación para que los refugiados puedan montar, desarrollar y financiar su propio negocio.
Aunque la mayorÃa de los sirios entrevistados por Efe aseguraron sentirse afortunados por haber llegado a Egipto como refugiados, algunos destacaron que afrontan varias dificultades para viajar fuera del paÃs, conseguir la reagrupación familiar o lograr los permisos para abrir un negocio.
Al igual que en otros paÃses, su estancia en Egipto ha pasado por distintas etapas, muchas de ellas caracterizadas por la hostilidad, como el perÃodo que siguió al derrocamiento militar del expresidente islamista Mohamed Mursi, en junio de 2013.
Durante meses, los refugiados sirios fueron vÃctimas del acoso de los servicios de seguridad y de campañas mediáticas en su contra; y muchos sufrieron la deportación.
La ex funcionaria del Ministerio de Información sirio Maisa Husein, que llegó al paÃs norteafricano hace 4 años, cuenta como los sirios que encontraron refugio aquà vivieron primero de sus ahorros hasta que los agotaron.
"Ayudo a desarrollar (en los niños) el sentimiento de pertenencia; a que sean niños sirios, porque algún dÃa volverán a su paÃs para reconstruirlo y convivirán con sus compatriotas y amigos cristianos, musulmanes y de todas las sectas", concluyó la directora del centro Nuestro Futuro.
Fuente: El Cairo, 12 (EFE).-
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