Domingo 13 de marzo de 2016
ver hoy
Todavía están latentes los comentarios y los efectos del último referéndum, y en ambos bandos; en la acera oficialista y en la acera opositora, aún se especula sobre varios aspectos del futuro cambio que, seguramente se verá, a partir del 2020
Ya comunicada oficialmente la palabra final del ?rgano Electoral Plurinacional, parece que no hay vuelta de hoja y la victoria del No ya indica claramente que los actuales mandatarios no podrán postular luego de los próximos cuatro años. Por cierto esto llena de satisfacción a la llamada oposición y causa descontento en los allegados al oficialismo, algunos de los cuales se resisten a aceptar el veredicto de las urnas. Es así que alguna organización campesina como los cocaleros de las seis federaciones del trópico pretenden reunir firmas pidiendo la continuidad de su excelencia y están devanándose los sesos buscando algún otro mecanismo para forzar a la repostulación.
Lo anterior es de esperar que no se concrete, de ninguna manera porque sería el acabose de la democracia, acaso del estado mismo.
¿EMPATE T?CNICO? ¿DIFERENCIA MÍNIMA?
Las iniciales palabras del vicepresidente que vaticinaban un triunfo sorpresivo del Sí, luego devinieron en afirmar un "empate técnico" y un ninguneo al triunfo del No señalando mínima diferencia. Veamos; el vicepresidente afirmaba al final del día del referéndum que si ganaba el No sería por una mínima cifra de uno, diez, doscientos o dos mil votos y, estando en democracia, se aceptaría.
Ahora bien, la diferencia final llega a algo más de 135.000 votos, que no resulta ser tan mínimo. Imaginémonos: si el aforo del estadio "Jesús Bermúdez" es de 30.000 almas, luego resulta que cuatro y medio estadios llenos es la diferencia. Y si "un voto es un voto", como se afirma en palabras de tono lírico, ¿Cuánto más lo serán 135.000? Por tanto paremos ya de tanta especulación y aceptando la realidad miremos el futuro.