No es lo que lleves, es cómo lo lleves

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Ocurrió la semana pasada en la redacción: una compañera alabó el look que llevaba (una falda midi con un discreto print de corazones y una camiseta de rayas marineras, el típico combo inesperado por el mix de estampados pero que funcionaba porque ninguna de las dos prendas, por separado, era demasiado estridente) y, de repente, visualicé cómo había llegado esa combinación a mi cabeza esa misma mañana. Ese look lo había visto en la tienda online de una marca de ropa, se había quedado en mi subconsciente y había salido a la luz un día cualquiera para inspirarme y poner tierra de por medio con mis típicos uniformes de hoy-no-sé-qué-demonios-ponerme.

¿Y cómo se consigue ese difícil equilibrio? Pues la receta -casi secreta- varía según la marca. Por ejemplo, la fórmula prodigiosa de & Other Stories tiene que ver con dos ciudades y dos equipos bien distintos: "Tenemos dos talleres en los que se diseñan nuestras prendas: uno en París y otro en Estocolmo. En París los diseñadores se centran en las colecciones de moda y en Estocolmo el equipo creativo incluye arquitectos, directores de arte, diseñadores gráficos, fotógrafos, especialistas en belleza...", cuentan desde la marca. "Es importante crear una idea a través de distintos looks con una amplia selección de estilos, siluetas, estampados y colores. Nuestras colecciones incluyen desde básicos para todos los días, como la clásica blusa de seda perfecta, hasta piezas como un vestido de lentejuelas más de costura", añaden como clave para desgranar cómo se crean los looks que luego se verán en la tienda online. Y es ahí, en esa mezcla high & low -extrapolable a todo- donde radica el secreto del éxito de la marca sueca.

Sin embargo, en Zara no hay moodboards, ni un cónclave de expertos de distintas disciplinas que impriman su particular huella, ni varios estudios que geolocalicen y traduzcan las tendencias. En la enseña más importante del grupo Inditex la fórmula magistral es otra muy distinta: un equipo de unos 30 estilistas trabajan directamente con las prendas que luego se pondrán a la venta en la tienda online. Ellas son la mejor inspiración para encontrar nuevas mezclas y usos que sean inspiradores, reales y naturales, tal y como apuntan desde su departamento de comunicación. Un plató impoluto y decenas de prendas recién salidas del estudio de diseño, no hay más, sin interferencias ni discursos que circulen en un segundo plano: allí lo importante es la ropa.

Pero independientemente de cuál sea su estrategia, el objetivo es el mismo: que las prendas sean tan deseables como reales. Y los estilismos son la varita mágica que lo hace posible.

Fuente: vogue.es