Huir de casa

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Los problemas por los que atraviesan los jóvenes son múltiples y cada uno de ellos adquiere la importancia que ellos les dan, es decir un problema que para los adultos se ve pequeño, para ellos puede ser grave acompañado de complicaciones.

Los padres procuran estar preparados para cualquier problema que se presente, pero en algunos casos no saben cómo reaccionar con sus hijos, qué decir, cómo consolarlos, etc., sin embargo, en otras circunstancias reaccionan bruscamente empeorando la situación y orillando a que el joven tome otras determinaciones como huir de la casa.

Los jóvenes pueden tener muchas razones para huir de su hogar, como la falta de comprensión de los padres, o simplemente el deseo de revelarse por las normas que existen en la familia, el control excesivo por parte de los padres también puede orillarlos a tomar esta decisión.

Saber escucharlos, darles oportunidad a una explicación, respetar su punto de vista, contribuyen a mantener una buena relación con ellos, no se debe esperar que abandonen la casa para empezar a mejorar la relación de familia, al contrario, se debe evitar este desgaste emocional tanto para padres e hijos.

Los problemas que surgen en la familia se deben procurar llevarlos de la mejor forma ya que los más afectados son los hijos sin importar la edad que tengan, se debe buscar una manera adecuada para tratar los conflictos sin la presencia de los hijos y hacerles partícipes cuando se encuentren en una edad apropiada pero que esto no signifique utilizarlos a favor o en contra.

Algunos padres optan por el castigo físico cuando los hijos faltan a la norma o demuestran un mal comportamiento, este es una de las causas para que los jóvenes opten por huir de la casa, el maltrato físico o psicológico sólo empeora la situación originando rebeldía, resentimiento y daños emocionales.

Un joven que huye de la casa está escapando de su realidad y de las presiones que puede estar sufriendo, a través de la educación, la tolerancia, la paciencia es posible lograr un crecimiento saludable, y no se debe banalizar cuando los jóvenes externen algún problema o conflicto siempre uno debe estar dispuesto a escucharlos sin importar el tamaño de la dificultad.

(*) Psicóloga

e-mail: machita_27@hotmail.com