Naturalmente que resulta preocupante para nuestras autoridades ejercer adecuado control en nuestra frontera internacional, considerando que la misma tiene una extensión total de 7.250 kilómetros con cinco países, en todo su contorno físico.
En los últimos días del pasado año y los primeros del año en curso, se conocieron algunas denuncias sobre posible "remoción" de hitos en la frontera con Chile, situación que obligó a nuestra Cancillería y al Ministerio de Defensa disponer una investigación In situ, observando que algunos reclamos data de mucho tiempo atrás y las recientemente formuladas no correspondían precisamente a un movimiento de hitos, aunque sí a ciertas operaciones mineras en la zona de nuestra frontera, jurisdicción próxima a los departamentos de Potosí y Oruro.
Para la mayor parte de nuestra población es desconocida la proporcionalidad de lo que significan nuestros límites con países vecinos. La frontera más extensa es la del Brasil con 3.510 kilómetros; le sigue el Perú con una relación fronteriza de 1.180 kilómetros, mientras que un tercer lugar de extensión de límites comparten Chile con 856 kilómetros y en igualdad de extensión la Argentina con otros 856 kilómetros. La frontera más corta es la que tenemos con el Paraguay y corresponde a 756 kilómetros, además se considera que es la única en la que no existen problemas sobre demarcación, pues en el 2009 ambos países firmaron un acuerdo sobre delimitación fronteriza.
Considerando que el asunto es muy delicado, el Gobierno nacional ha definido la vigencia y desarrollo de un "Plan Integral" para ejercer control en la extensa frontera boliviana, empezando por un trabajo especial en las zonas donde las denuncias han sido más recurrentes, el caso especialmente de Chile y también en el sector peruano próximo al Desaguadero, donde además se produce un gran movimiento de doble contrabando (ida y vuelta). Es también una situación de mucha preocupación en la frontera con Chile, desde donde ingresan al país caravanas de transporte pesado con millonaria mercadería ilegal.
Está vigente por otro lado, un proyecto para la implementación de unidades castrenses en poblaciones próximas a la frontera con Chile, algo se hará también en el sector colindante con el Perú, como parte de ampliar la dotación militar de Bolivia, con presencia física en los sitios vulnerables de la frontera, además generando planes de desarrollo con participación de pobladores y efectivos de las FF.AA. de la nación.
En algunos casos existen acuerdos conjuntos para mejorar los controles fronterizos, intensificándolos de manera especial en una abierta lucha contra el narcotráfico, la trata y tráfico de personas y el contrabando que en algunos casos sobrepasa los controles aduaneros y los de orden policial. En el caso boliviano, unidades militares coadyuvarán en tareas de control, pero además "sentarán" soberanía en nuestra territorialidad.
Hay una inversión especial dispuesta y aprobada por el Gobierno, específicamente para fines de control fronterizo y la edificación de puestos militares de avanzada, allí donde es más vulnerable el sistema de control y por lo mismo obligando a una mayor vigilancia de todos los sistemas relativos al control de nuestro territorio, una participación combinada de fuerzas militares, policiales, unidad especializada del COA y control estratégico de la Aduana Nacional, de manera que la problemática fronteriza disminuya en su impacto dañino a nuestra soberanía y economía.
Fuente: LA PATRIA
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