Sábado 05 de marzo de 2016
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Hoy vamos hablar un poco del encanto seductor de este personaje mítico llamado sirena.
Como todos sabemos, la sirena es un ser híbrido, mitad humano, mitad animal (pez). Según la mitología griega, la sirena fue vista y conocida por los marinos mercantes que surcaban los océanos del mundo de aquella época. Este mítico ser, era poseedor de un encanto mágico con cara y cuerpo de mujer, que en lugar de piernas tenía una robusta cola, la cual le permitía moverse con gran facilidad en el agua.
Las sirenas siempre fueron consideradas como los seres más hermosos de este mundo, poseedoras de un encanto mágico. Por su cara angelical, su cuerpo de diosa y su canto celestial; pero como nada es perfecto en este mundo, detrás de tanta belleza se ocultaba un feroz animal.
Las sirenas, por lo que sabemos de ellas, han sido siempre los seres más seductores que jamás hayan existido en este mundo, porque a pesar de no ser perfectas sabían ocultar su defecto, esa parte animal que a ningún ser humano gustaría ver en una persona, pero el hecho que no queramos ver algo, no significa que no exista. Entonces ¿por qué las sirenas llamaban tanto la atención de las personas? Por la sencilla razón de que ellas sabían sacar provecho de lo mejor que tenían. Siempre mostraban su lado bueno, ocultando bajo las aguas sus imperfecciones, sabían explotar al máximo sus talentos para atraer a los hombres, quienes atónitos las contemplaban, sin darse cuenta que ya habían sido seducidos, no sólo por la singular belleza de su rostro y su escultural figura, sino por su angelical voz hecha canto.